La reciente iniciativa de empresas como Tesla o SpaceX con respecto a sus trabajadores remotos, a quienes se les ha dado a elegir entre volver a la oficina o abandonar la compañía, ha reavivado el debate sobre la productividad de los teletrabajadores y ha vuelto a poner sobre la mesa la conveniencia o no de adoptar medidas de seguimiento y monitorización sobre el personal que trabaja desde casa. Pero ¿hasta qué punto son positivas estas medidas y cómo podemos optimizarlas en beneficio de la empresa?
Vamos a repasar algunas de las acciones que te conviene adoptar – o evitar- en torno a la utilización de herramientas de time tracking para tus trabajadores remotos (o de oficina).
No te conviene: abusar de las medidas de seguimiento
Dispones de muchas herramientas de seguimiento que puedes utilizar para monitorizar el trabajo de tus empleados. Pero el hecho de que exista una amplia variedad de aplicaciones de Time Tracking, no significa que debas implementarlas todas a la vez, ni hacerlo por igual con todos los empleados.
Ten presente que algunos trabajos no se miden necesariamente por la cantidad de horas que el trabajador pasa delante de su escritorio, sino por la entrega de las tareas que se le piden en tiempo y forma. Para la parte de la plantilla que cumple con su función sin problemas y se ajustan siempre a los deadlines, las medidas de seguimiento pueden resultar desmotivadoras y reducir su productividad. Por eso te conviene utilizarlas siempre con inteligencia.
Te conviene: consensuar las medidas con los trabajadores
En algunos casos es inevitable optar por medidas de seguimiento para controlar a los trabajadores a distancia, ya que de lo contrario podría darse la circunstancia de que un empleado no dedique todo el tiempo que debería a sus tareas. Pero, en todo caso, las medidas de seguimiento deberían estar consensuadas de manera que puedan responder a las necesidades de control de la empresa y al derecho a la privacidad.
Ten siempre presente que tienes derecho a monitorizar el trabajo de tu personal, pero no su hogar. Las herramientas de Time Tracking que te permiten comprobar si los trabajadores están sentados en su escritorio o no, o que incluso te dan vía libre para espiarlos con su webcam, son sencillamente inaceptables para quienes trabajan de manera remota.
Te conviene: mantener la ciberseguridad
Todos los trabajadores remotos tienen acceso a información confidencial de la empresa en mayor o menor medida, así que resulta esencial garantizar la ciberseguridad de sus dispositivos y la privacidad de toda la información que tengan en ellos. Debes tener en cuenta que los ciberatacantes han aumentado considerablemente los ataques a los trabajadores remotos durante los últimos años, conscientes no solo del incremento del teletrabajo en todo el mundo, sino también de la mayor vulnerabilidad de los dispositivos involucrados.
El uso de un gestor de contraseñas, la instalación de un software antivirus y la activación mandatoria de la verificación en dos pasos para acceder a cualquier plataforma telemática de la empresa, deberían ser requisitos indispensables para cualquier compañía con trabajadores remotos y lo mismo ocurre con el software de seguimiento que se utilice en cada caso.
No te conviene: amenazar a los trabajadores
Es evidente que no todos los trabajadores se sienten cómodos con las herramientas de seguimiento como el Time Tracking. Pero eso no significa que no sean válidos. En estas circunstancias, siempre hay un margen para la negociación que permita encontrar la mejor solución para ambas partes.
Optar por las amenazas, las restricciones de privilegios o incluso el despido no solo puede provocar la pérdida de trabajadores perfectamente válidos para la empresa, sino que también generará un clima de incertidumbre que puede terminar causando un éxodo masivo de talentos.
Te conviene: evaluar el rendimiento del Time Tracking regularmente
Las herramientas de seguimiento no deben implementarse simplemente porque sí, deben responder a un propósito muy claro: el beneficio de la empresa. El control de los empleados debe estar al servicio de la productividad, y no a la inversa. Por eso conviene hacer una evaluación continua no solamente de los trabajadores, sino también de las herramientas de seguimiento.
En algunos casos puede que obtengamos un mayor beneficio incrementando el control sobre nuestros trabajadores remotos. Pero, en otros casos, esta medida puede ser contraproducente. La pérdida de productividad nunca es admisible y, por eso, es fundamental adoptar siempre las medidas necesarias para maximizarla: ya sea que consistan en un aumento de las medidas de control o en su completa eliminación.
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