La pandemia ha evidenciado la necesidad de prescindir del almacenamiento de información en servidores de datos locales como solución principal en una arquitectura IT, pues la disponibilidad y la accesibilidad de la información se ha convertido en una cuestión crítica. Si bien ya antes de la crisis sanitaria la migración se encontraba en curso, el proceso se ha potenciado y acelerado de forma considerable. Desde Softtek, empresa que proporciona servicios y soluciones de transformación digital de próxima generación a nivel global, analizan las claves para que las empresas se desarrollen en el entorno Cloud con efectividad.
Las ventajas que ofrece la tecnología Cloud convierten la migración a la nube en un “must do” para las empresas con multitud de beneficios como la disponibilidad de copias de seguridad de los servidores realizadas de forma automática, o una escalabilidad ilimitada de los recursos de hardware, de modo que la arquitectura IT puede evolucionar junto con el negocio. Además, reduce el grado de vulnerabilidad de los servidores locales, se fomenta el trabajo colaborativo y la integridad de los datos.
La visión actual de la nube abarca un ecosistema casi ilimitado de soluciones y herramientas digitales disponibles on – demand y como servicio, lo que permite a las organizaciones reestructurar su arquitectura empresarial hacia un modelo más digital, elástico, ágil, eficiente y optimizado. Sin embargo, la migración a la nube no resulta un proceso sencillo, y no debe ser vista como un proyecto independiente, sino como un proceso de análisis y mejora continua en el tiempo para el que hay que tener en cuenta cuatro cuestiones esenciales:
- Comprender el impacto y las mejoras potenciales que ofrece la migración: se deben identificar las prioridades, así como las fortalezas, capacidades y debilidades que presenta una compañía para conocer cómo la tecnología ayudará directamente a mejorar los procesos. En este contexto, resulta fundamental establecer una adecuada estrategia tanto de migración a la nube como del enfoque a adoptar, entre los que se destaca la verticalización de las soluciones, mediante sistemas Cloud creados para dar soporte a cuestiones relacionadas con ámbitos específicos.
- Elaborar una estrategia con prácticas críticas para la migración: la migración no es únicamente un proceso que lleva a cabo el departamento de IT para transferir datos e información de los servidores locales a la red. La transformación debe verse reflejada en la cultura de la empresa: agilización, adopción de objetivos medibles e impulso del talento para el manejo de la tecnología, experimentación para la innovación, etc.
- No perder de vista la experiencia del empleado y del cliente: por un lado, el talento debe estar plenamente capacitado para hacer frente a nuevas funciones, mientras que, por el otro, la nube debe potenciar la CX. El 90% de las empresas que está migrando efectivamente a un entorno Cloud usa la nube para fomentar un mayor grado de colaboración entre los trabajadores, convirtiéndola en una herramienta accesible que simplifica y mejora el trabajo.
- Disponer de un compromiso continuo a largo plazo: la tecnología Cloud debe aprovecharse para fomentar la innovación, la experimentación y la puesta en marcha de nuevas ideas dentro de la empresa. Hay que construir una estrategia no solo a corto, sino también a medio y largo que garantice la mejora continua en este ámbito.
Muchas empresas se topan en su proceso de migración con un fenómeno conocido como “Cloud Hump”, que implica un incremento considerable de la inversión en esta tecnología, seguido de pausas forzadas para redireccionar la estrategia de implementación hacia un ámbito que presente mejores resultados. Suele ocurrir cuando no se tiene clara la finalidad con la que se realiza el proceso de migración. Para evitarlo, se debe prestar atención a algunos de los errores más comunes que se dan en la migración como la falta de planificación y organización, la incapacidad para generar consenso entre los diferentes stakeholders, la evaluación incorrecta del rendimiento de la infraestructura y del almacenamiento o ancho de banda, o la incapacidad para poner en marcha programas de migración a escala.
“El camino hacia una migración a la nube se vio acelerado enormemente por la crisis sanitaria, que puso de manifiesto la importancia de disponer de un modelo de negocio y una arquitectura empresarial flexible y escalable, tanto para afrontar épocas de recesión como para ser más competitivo en el mercado. La visión de la nube como red de infraestructura y almacenamiento ha evolucionado a un ecosistema casi ilimitado de soluciones de negocio disponibles bajo demanda y como servicio, en muchos casos específicamente creadas para una industria concreta, permitiendo a las compañías realinear su estructura e iniciar profundos procesos de aceleración digital”, sostiene Iván Lastra Quintana, Head of Digital Platforms Softtek EMEA.
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