A pesar de la situación económica que ha generado la crisis sanitaria, España es un mercado que mantiene su atractivo para las empresas internacionales. Muchas son las compañías que, conquistadas por las diferentes posibilidades que ofrece nuestro país, siguen considerando instalar una sede en España. Sin ir más lejos, y según datos del ICEX, en los últimos 4 años más del 60% de la financiación de startups procede de inversores extranjeros.
Así, según los datos del ICEX, de los últimos 12.350 millones de euros de inversión extranjera invertidos en nuestro territorio entre enero y septiembre de 2021, más de 7.870 millones fueron absorbidos por la Comunidad de Madrid, frente a los casi 1.900 que atrajo Barcelona. Estos datos reflejan que, pese a que la inversión extranjera en España ha caído en 2021 respecto a 2020 a causa de la situación generada por la pandemia, esta sigue estando presente, sobre todo en la capital. Todo es gracias, no solo a las comunicaciones que ofrecen ambas ciudades, sino también a la amplia variedad de espacios de trabajo donde las empresas pueden establecer sus sedes corporativas, llevar a cabo sus funciones y mantener la comodidad y las costumbres de su país de origen.
De hecho, las ubicaciones de Lexington, operador pionero de espacios flexibles en España, cuentan con una ocupación del 85% de empresas internacionales entre sus usuarios. Este tipo de espacios son un valor al alza a la hora de crear una oficina corporativa que se ajuste a la marca, le dé personalidad, sea funcional y aporte agilidad en la implantación, todo ello en un país extranjero.
Según David Vega, CEO de Lexington, «la atracción de inversión extranjera que estamos experimentando en España se traduce en una clara inyección de oportunidades para la economía de nuestro país. Ofrecer espacios de trabajo flexibles que resulten atractivos para estas empresas es un elemento que suma en su decisión y que reduce los riesgos que podrían suponer los alquileres de oficina a largo plazo».
Es por esta capacidad de adaptación de sus espacios flexibles por lo que el número de empresas internacionales que confían en ellos es tan elevado. Algunos de los sectores más destacados son software, ingeniería, fintech, salud, energía o cloud computing.
Un servicio de oficina completamente a medida
Este alto interés de empresas internacionales hacia oficinas flexibles no es casual. La fórmula de Lexington para atraer grandes compañías internacionales a sus ubicaciones se sustenta en la diferenciación mediante el asesoramiento personalizado, ligado a un amplio conocimiento de las necesidades del cliente corporativo a lo largo de los años. Son expertos en distribuir espacios según las particularidades de cada equipo de trabajo, creando layouts a medida, así como en realizar personalizaciones totales acordes a la identidad de marca de las compañías. Además de la flexibilidad que aportan a la hora de cubrir los diferentes requerimientos tecnológicos.
La decisión de instalarse en estos espacios flexibles acaba produciéndose también gracias a un enfoque centrado en el bienestar del empleado, consiguiendo que las instalaciones sean entornos confortables y atractivos, ubicados en localizaciones privilegiadas en el centro de la ciudad. Cuestiones que ayudan a potenciar la atracción y retención de talento.
Posibilidad de adecuar el espacio de trabajo a las necesidades cambiantes
Cuando hablamos de espacios flexibles nos referimos a espacios que se habilitan según las necesidades del usuario. Este tipo de necesidades son cambiantes dependiendo del sector y la compañía, pero hay tres peticiones bastante comunes entre los clientes internacionales. La primera es la flexibilidad del espacio según el crecimiento de la plantilla, así como en cuanto a la duración del contrato. La segunda se centra en la facilidad de encontrar unas oficinas con toda la implementación ya realizada y el consiguiente ahorro en Capex, o la ventaja de no realizar las gestiones de contratación de suministros ni que estos supongan un coste adicional, ya que están incluidos en la mensualidad. Y, por último, pero no menos importante, la tercera es contar con oficinas que prioricen el bienestar del empleado, creando un entorno seguro y cómodo para todos.
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