Uno de los grandes motores de la economía española es la pequeña y mediana empresa (pymes). Sin embargo, no atraviesan su mejor momento, pues la pandemia del coronavirus no hizo sino agravar su situación de vulnerabilidad. Un ejemplo claro es la brecha salarial respecto a las empresas más grandes, y es que, tal y como recoge el último informe de «Crecimiento Empresarial» elaborado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), se agrandó en 2020.
«Que el tamaño medio de la empresa española sea relativamente pequeño implica una serie de consecuencias negativas, tanto para la economía como para el conjunto de la sociedad. Por lo que el apoyo a este tipo de empresas y las ayudas para facilitarles el acceso a la inversión y financiación es más importante que nunca», afirma Jordi Solé Tuyá, socio y director ejecutivo de Kreedit, una de las mayores empresas de financiación de pequeñas y medianas empresas en España.
Según los datos de CEPYME, que compara la situación de las pymes españolas con las de otros países europeos, el salario medio de las empresas con 200 trabajadores o más fue un 50% mayor que el de las de 50 trabajadores o menos. En términos monetarios, y sin contar pagas extraordinarias, la diferencia mensual fue de 665 euros, es decir, casi 8.000 euros anuales. Esta desigualdad se agrava todavía más en sectores como el de la construcción, con 800 euros de diferencia mensual y 10.000 euros anules.
«Tal y como mostraba la última encuesta del Banco Central Europeo», continua el experto, «España sigue siendo el país de la Unión Europea con mayor porcentaje de pymes en situación de vulnerabilidad económica -7,1%-. Una de las grandes consecuencias de esta situación es la destrucción de empleo, que también es mayor en este tipo de empresas en comparativa con las más grandes en tiempos de crisis».
Un claro ejemplo de esta situación es la vivida durante la anterior crisis económica. En su informe, CEPYME revela que los empleos perdidos por empresas de entre 10 y 249 trabajadores durante el periodo 2007-2013 representaron más de la mitad del empleo total perdido: «y lo más preocupante de todo es que solo eran responsables de un tercio del empleo total».
Una productividad menor a la media europea
En la totalidad de los países comunitarios, las empresas más grandes tienen, como promedio, una productividad más elevada que las pymes. De media, la brecha de productividad entre grandes empresas y pequeñas y medianas es de 2,3 veces más.
«En este aspecto, España se sitúa en la parte alta del ranking europeo, con las ventas por ocupado de las empresas más grandes superando por 2,6 veces a las pequeñas y medianas empresas», afirma Solé.
En esta misma línea, a menor producción, menor serán los valores de exportación. Según el informe, solo un 2,2% de microempresas españolas son exportadoras, mientras que casi un 60% de las empresas con 250 empleados o más venden al exterior. A todo esto, hay que sumar el bajo valor de exportación de las pymes: las exportaciones medias de las microempresas españolas superan levemente los 500.000 euros, mientras que las grandes tienen un promedio de 64 millones de euros anualmente cada una.
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