Factorial, la startup de recursos humanos, apuesta por una nueva identidad corporativa para cambiar la forma en la que se gestionan las compañías poniendo a las personas en el centro, en definitiva, crear una marca más humana.
La nueva imagen, que mantiene su nombre como logotipo, es un diseño más actual acorde a la visión de la compañía. Este rebranding es parte de una sumatoria de acciones que viene haciendo la empresa para consolidarse como líderes en un mercado donde la marca busca expresarse de forma clara y potente, con un símbolo reconocible y unos colores más contrastados.
Nuevo logo. Un cambio radical
Teniendo en cuenta el nuevo posicionamiento de Factorial centrado en el compromiso con las personas se ha utilizado un color vibrante, atrevido, moderno y cálido. Representa el lado más emocional de Factorial, su forma de actuar y de mostrarse al mundo. Y también el lado más racional, ayudándoles a transmitir seguridad y confianza. La comunidad utiliza Factorial para gestionar su empresa, para mejorar su negocio, para liderar el talento, pero lo que realmente hace que el producto destaque es la conexión emocional que permite a las compañías crecer con su gente. Una marca que realmente ayude a las personas. Además, la nueva tipografía utilizada es un tipo de letra humanista concebida bajo dos grandes fundamentos: legibilidad y personalidad.
“Un rebranding no es un cambio cosmético: es una revolución cultural que nace desde dentro. Se reinicia y se reconstruye. Es un grito de guerra. Al comenzar este proceso decidimos reflejar una marca sólida y humana, reflejar el espíritu de las personas que componen Factorial para poder adaptarlo en todos los mercados donde estamos presentes alrededor del mundo”, añade Alejandro Rivers, director creativo en Factorial.
Un nuevo universo visual
En Factorial en su ejercicio fotográfico pone foco en las personas. Reflejar momentos auténticos que representan la realidad de las organizaciones. Escenas en que las personas puedan verse identificadas.
“Cuando analizamos nuestro anterior ejercicio visual, nos dimos cuenta del uso repetitivo que hacíamos con los escasos recursos visuales. Uno de ellos fue el conjunto de puntos. Fuimos conscientes de la necesidad de crear un recurso visual que no fuese finito o caduco. Inspirados por los modelos de enseñanza basados en la creatividad y en el juego, decidimos adoptar la visión del pedagogo alemán, antiguo profesor de la Bauhaus y creador del concepto de jardín de infancia, Friedrich Fröbel. Y creamos así nuestro propio universo visual: Los artifacts”, añaden desde la startup. Un completo universo visual capaz de elevar y reforzar sus mensajes a través de las historias.
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