Desde esta semana los empleados de Roche Farma en España pueden acogerse al nuevo modelo Smartworking, un nuevo sistema de organización del trabajo que establece una total flexibilidad para que cada profesional decida cuándo va a teletrabajar y cuándo necesita ir a la oficina. El proyecto se basa en la flexibilidad, la confianza y la responsabilidad individual y colectiva, y busca adoptar lo mejor de los dos modelos: aprovechar las ventajas que brinda el teletrabajo, y que se han puesto de relieve a raíz de la pandemia, pero manteniendo la posibilidad de seguir usando las instalaciones de la compañía.
Este nuevo modelo laboral forma parte además del profundo proceso de transformación emprendido por Roche en los últimos años para convertirse en una compañía con todavía mayor orientación científica, más ágil y flexible, menos jerarquizada, más colaborativa y mucho más preparada para dar respuesta a las necesidades del sistema sanitario y sus profesionales, y sobre todo de los pacientes.
“Los tiempos han cambiado. Hoy ya nadie concibe una forma de trabajo basada solo en la presencialidad. Existe una gran demanda social de flexibilidad en el contexto laboral y las personas demandan una nueva forma de conciliar la vida profesional con la vida familiar. Tras escuchar a nuestros profesionales, vimos que era necesario seguir avanzando y dar un salto adelante en este modelo para beneficio tanto de nuestros empleados como de la propia compañía y de todos nuestros stakeholders en el ámbito sanitario y la sociedad”, señala Stefanos Tsamousis, director general de Roche Farma España.
El proyecto Smartworking nace con la vocación de dar respuesta a los resultados de una encuesta interna realizada en los últimos meses en la que los profesionales de la compañía se mostraron mayoritariamente favorables a extender el trabajo a distancia que ya existía en la empresa antes de la pandemia (un día por semana). Pero tiene como objetivo trascender el actual escenario, marcado aún por las limitaciones de la pandemia, evolucionando a medida que la situación sanitaria se vaya normalizando.
El modelo, que cumple con lo establecido en la legislación vigente, y en concreto con el Real Decreto 28/2020, que regula el trabajo a distancia, es de aplicación para todos los empleados de Roche Farma en España, con excepción de aquellos que por la naturaleza de su puesto (por ejemplo, los que se dedican a la logística y a la distribución de medicamentos) requieren estar en una instalación de la empresa.
Así, se podrá combinar el trabajo individual en casa con la oficina, donde también se podrá acudir a reuniones presenciales que, cumpliendo con las necesarias medidas sanitarias, tan importantes resultan para favorecer la innovación, tejer lazos, compartir vivencias personales y reforzar la identidad corporativa.
El proyecto Smartworking es también de aplicación, con ligeras modificaciones, a los empleados del Global Infrastructure & Solutions Madrid (GIS), uno de los centros de referencia de Roche a escala global en materia de tecnologías de la información y soluciones informáticas, donde trabajan personas de 20 nacionalidades distintas. El centro da soporte a más de 140.000 usuarios de Roche en todo el mundo a través de diferentes soluciones, servicios y tecnologías.
Cambios en las instalaciones y beneficios sociales
Este cambio en la cultura del trabajo había de ir acompañado, necesariamente, de una modificación física de las instalaciones de la compañía de Roche Farma España. Así pues, durante los meses estivales se ha acometido una profunda reforma en la sede comercial de la empresa en Madrid (C/Ribera del Loira, 50) con el fin de reducir el número de puestos convencionales y generar nuevos espacios colaborativos para mantener reuniones (presenciales, híbridas o virtuales) y fomentar el debate y la co-creación entre distintos profesionales.
Además, desaparecen los despachos y los puestos dejan de estar asignados, pudiendo cada empleado elegir su lugar de trabajo, cada día que vaya a la oficina, mediante una app. De esta forma, serán los propios equipos y los empleados los que decidirán cómo organizarse.
El modelo va acompañado, también, de una nueva y amplia política de beneficios sociales que incluyen ayudas a la compra de material para el teletrabajo y mejoras de equipamiento, ayudas para el transporte público o parking gratuito, así como del mantenimiento de distintos servicios para el empleado que ya estaban vigentes con anterioridad en el ámbito de cuidado de personas dependientes, trámites administrativos, asesoramiento legal y fiscal, asistencia sanitaria, actividades de fitness, etcétera.
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