Ocho de cada diez empresas familiares cree que durante 2022 recuperará los niveles de crecimiento previos a la pandemia, de acuerdo con una encuesta realizada por la consultora PwC, en la que se analiza el estado económico de las pymes y el impacto que la pandemia ha tenido en ellas.
Una recuperación que en opinión de Jordi Solé Tuyá, socio y director ejecutivo de la empresa de financiación Kreedit, tiene como mayor escollo la incertidumbre sobre el fin definitivo de la pandemia. «Mientras haya probabilidades de nueva propagación del virus, ya sea una u otra variante, habrá incertidumbre y esta frenará las inversiones de las empresas y la contratación de personal», afirma.
Por otro lado, tal y como refleja la encuesta, la digitalización tendrá un papel clave dentro de la recuperación, algo que está en la mente de los encuestados, ya que el 60% considera que será la principal prioridad de inversión en los próximos años.
Además, algunos estímulos, como los fondos europeos de recuperación, «van ligados directamente con esta digitalización«, que, a la larga, según Solé, «convertirá a las pymes en más eficientes«.
¿Cuándo retirar los estímulos?
Solé señala como uno de los principales retos para la recuperación del crecimiento saber en qué momento retirar los estímulos económicos desplegados por el Estado para compensar los parones de actividad y las pérdidas económicas.
En concreto Solé se refiere a estímulos como los préstamos ICO, actualmente en su sexto tramo y el periodo de carencia de estos o la ampliación de los ERTE más allá del 20 de septiembre. «Se trata de instrumentos que han evitado una oleada de impagos que pudieran haber afectado también a las empresas que no habían sido perjudicadas por la pandemia«, apunta.
En concreto, el estímulo de este sexto tramo de préstamos avalados por el Instituto estatal supone un importe de 15.000 millones de euros, dos tercios de los cuales están destinados a las pymes, mientras que todo parece indicar que, aunque en menor medida, los ERTE se mantendrán más allá de septiembre.
«Si estas medidas no se retiran de forma adecuada, se pueden provocar olas de daños que pueden propagarse entre el tejido empresarial igual como lo hace la covid», afirma el experto.
En este sentido, Solé se muestra favorable a mantener por el momento estos estímulos, ya que en su opinión «acelerar la retirada puede ser un freno a la recuperación«, pero advierte de que mantenerlas demasiado tiempo «puede provocar daños irreparables» en el tejido empresarial, debido al exceso de intervención en la actividad económica.
Recuperación solo con erradicación
El experto advierte de que, aunque existen determinados sectores en los que la progresiva retirada de medidas de contención está facilitando la recuperación, hay otros que dependen de que «se elimine por completo la presencia del virus».
«Se trata de las actividades que requieren de contacto personal», apunta Solé, quien añade que «sectores como el retail, restauración o viajes» no se recuperarán del todo mientras haya contagios.
Una situación que, en opinión de Solé, generará un ‘boom’ de consumo en el momento en el que se erradique la covid-19, cuando estas empresas «vivirán un auge porque la gente querrá recuperar el tiempo no disfrutado durante todos estos meses y aprovechará el ahorro que ha podido acumular», afirma el experto.
Solé apunta también al «elevado endeudamiento» presente en la «gran mayoría de las pymes» como uno de los «temas críticos» a los que se deberán enfrentar estas formaciones empresariales durante el siguiente ejercicio económico. Este endeudamiento deberá, en su opinión, tener en cuenta también la devolución de los préstamos avalados por el ICO.
«La capacidad de gestionar bien este endeudamiento será uno de los factores que influirán en que una empresa mantenga viabilidad o la pierda definitivamente«, concluye Solé.
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