En el 2020 seguimos enfrentándonos a muchos de los retos del siglo pasado en gestión de personas.
Uno de los principales es la motivación.
Desde Taylor a Maslow, pasando por Herzberg o Daniel Pink hemos ido descubriendo parte de lo que hace que hagamos lo que hacemos, hemos ido construyendo una visión sobre cómo funciona la motivación.
Muchas veces desde Recursos Humanos hemos identificado problemas de motivación a través de la fuga de talento o del deterioro de el clima laboral en un equipo o en toda una organización.
Y tradicionalmente hemos utilizado encuesta para captar el feedback de los equipos e identificar qué cosas no funcionan o qué cosas se podrían mejorar.
Y esto solíamos hacerlo cada 12 o 24 meses. Asumiendo que el clima que afectaba la motivación era un elemento cultural y que tardaba cierto tiempo en cambiar.
Si bien los retos del 2020 no son muy diferentes del siglo pasado hay muchas cosas que si lo son.
El mundo se ha vuelto, más que nunca, complejo y cambiante, y las nuevas generaciones (milenials, generación Z) han crecido con la suerte de la inmediatez: todo es ya.
Ya no nos podemos enfrentar a los mismos retos de la misma manera.
Las encuestas de clima laboral anual se han vuelto obsoletas.
No por su objetivo, ni por su contenido, ni siquiera por su propósito (porque conocer a los miembros de un equipo sigue siendo crítico y necesario).
Pero ya no vale preguntar cada año.
Si queremos ser proactivos y no llegar tarde necesitamos canales de comunicación continuos, en tiempo real, que ayuden a mantener el pulso del estado de la organización y a actuar lo antes posible sobre las áreas de mejora.
Y esto no lo podemos hacer sólo preguntando a los empleados más veces al año ya que nadie estará dispuesto a contestar un cuestionario de 60 preguntas cada semana.
Por suerte la tecnología nos ayuda a poder conseguirlo.
Herramientas como Team Insights nos ayudan lanzando encuestas cortas y recurrentes, optimizadas por un algoritmo, que permiten conocer al momento y con representatividad, el estado de la organización, e identificar muy fácilmente acciones de mejora y, por tanto, construir un mejor entorno de trabajo que atraiga y retenga al talento.
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Ya no hay excusa para digitalizar los procesos de recursos humanos.
1 comentario en «La transformación digital de la motivación»
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