El rediseño de los espacios de trabajo, pero, también, de otros entornos hospitality y contract desde la perspectiva de la digitalización y la flexibilidad laboral, se ha convertido en la mejor baza de empresas, hoteles y establecimientos comerciales para volver a atraer a los empleados y a los clientes de forma presencial superando las facilidades que la tecnología ofrece para trabajar o comprar en remoto.
Es una de las conclusiones que ha dejado la mesa redonda organizada por Women in Real Estate Spain (WIRES) con la colaboración de Women in Office Design (WOD) en la que han participado, Leyre Octavio Toledo, executive director de Savills Aguirre Newman; Sophie Von Schönburg, directora del estudio Culdesac Experience; Gema Alfaro, socia del Estudio Alfaro-Manrique Atelier, y Daniel Juárez, director general de Cador, México.
En un primer momento, la crisis sanitaria y las exigencias de seguridad vaciaron los espacios colectivos y, tras ello, el proceso de adaptación a la nueva normalidad aceleró unos cambios que ya se venían produciendo en el concepto de los entornos laborales en los que las empresas empezaban a introducir en sus dinámicas y, por tanto, en los diseños de sus espacios, conceptos como la flexibilidad, la conciliación, la digitalización o la sostenibilidad.
También los establecimientos comerciales y los hoteles habían comenzado a apostar por la mezcla de usos para adaptarse a una sociedad en constante cambio y por generar experiencias de usuario que convirtieran la visita de los clientes en algo memorable.
Ahora, la explosión de la digitalización y la necesidad de volver a atraer a los empleados a las oficinas y a los clientes a hoteles, comercios y restaurantes ha situado al diseño como factor decisivo para crear espacios que resulten atractivos al tiempo que garantizan la seguridad y el bienestar de las personas poniéndolas en el centro de toda estrategia.
Las expertas participantes en la mesa redonda, moderada por Soledat Berbegal, Consejera y directora de reputación de marca de Actiu, y presentada por Patrizia Laplana, Socia Fundadora y Vocal de Eventos de WIRES, y Gracia Cardona, co-fundadora de WOD, coincidieron en que el futuro de los espacios de trabajo pasa por la flexibilidad, por el fomento de la digitalización y de la actividad presencial y por la mezcla de usos. En ese sentido, Soledat Berbegal, destacó el papel del diseño en esta transformación: “el diseño es la herramienta con la que vamos a poder crear escenarios seguros, rentables y emocionales que permitan que las personas se sientan seguras y tengan un bienestar pleno en su día a día”.
Espacios híbridos y multiplicidad de usos
En el caso de las oficinas, el objetivo debe pasar, según Leyre Octavio, por espacios que funcionen con ese contenido híbrido, que la empresa sienta que el espacio que se ha generado sea el más productivo y la experiencia la más enriquecedora. “Ahí es donde el diseño debe tener un papel fundamental”, explica. Los meses de teletrabajo han demostrado que las personas prefieren un sistema flexible con posibilidad de trabajar desde casa y también con jornadas en la oficina junto a sus compañeros.
Daniel Juárez, director general de Cador, resaltó en ese sentido cómo los meses de confinamiento y de trabajo en remoto forzado han hecho que se vuelva a lo básico. “Todos tenemos un diseñador dentro. Los niños desde muy pequeños organizan su mundo buscando la funcionalidad y una mejor toma de decisiones. Eso es lo que debemos hacer cuando diseñamos soluciones para las empresas”, señaló.
Una vez roto el hábito de ir cada día a la oficina por obligación, estas deben rediseñarse de forma que sean el mejor entorno posible para los trabajadores, para su creatividad, productividad y bienestar. Un espacio en el que se sientan valorados y que forman parte de un proyecto que cuenta con ellos. En definitiva, un espacio que sea capaz de transmitir los valores de marca y fidelice a los empleados.
Esa misma estrategia se da en espacios contract donde la transformación va a ir encaminada a crear experiencias de usuario capaces de competir con la facilidad y la comodidad de la compra online. Los espacios comerciales asumirán una oferta mucho más amplia encaminada a atraer familias enteras con intereses y edades diferentes. Así, el diseño servirá para aunar en el mismo espacio zonas de ocio, de socialización, restauración, culturales o incluso de formación o laborales.
En ese sentido, Sophie Von Schönburg, de Culdesac Experience, señala que la clave del éxito será aunar la tecnología y la recopilación de datos que ésta facilita con el trato humano y el cuidado al detalle: “En el retail no se va a necesitar tanta cantidad, pero sí mucha calidad. La solución de la vuelta de los clientes a la tienda física está en poner a la persona en el centro y en customizar su experiencia”.
La mezcla de usos también será la clave en el futuro diseño de entornos hospitality e, incluso, en el planeamiento urbanístico de las ciudades. El co-living es la tendencia que ya está marcando la readaptación de estos espacios: hoteles que habilitan sus zonas comunes en coworkings con salas para reuniones laborales o, incluso, que están experimentando con los room-office convirtiendo las habitaciones en despachos de 8 a 20 horas.
Esta transformación permite además que los turistas internacionales puedan combinar en sus estancias el ocio y el trabajo, prolongando los días de viaje aprovechando la nueva flexibilidad laboral que se ha impuesto en todo el mundo. Y no sólo eso, sino que los hoteles también han ampliado su oferta, como explica Gema Alfaro, para adaptarse a un cliente local, residentes de sus propias ciudades que buscan una oferta de ocio sin tener que viajar.
En el ámbito residencial y urbanístico, la tendencia es, por un lado, habilitar lugares en la casa que nos permitan disfrutar mucho más de la estancia y también ser productivos, creativos y eficientes en nuestros home office. A ello contribuye de manera fundamental la disposición de elementos como balcones y terrazas que nos permitan disfrutar del exterior sin salir de casa. Las terrazas tienen que dejar de ser un lujo en las viviendas para convertirse en algo primordial.
Urbanizaciones y espacios públicos que permitan interactuar a la comunidad y albergar diferentes usos son otra de las tendencias que la actual crisis ha acelerado. Lugares donde convivan personas trabajadoras, estudiantes y pensionistas con diferentes inquietudes y necesidades pero que puedan compartir espacio generando una comunidad fuerte y cohesionada.
Porque el refuerzo de la comunidad, la flexibilidad en su sentido más amplio y la sostenibilidad entendida no sólo como eficiencia energética sino también como apuesta por una vida más sencilla que vuelva a las raíces son tres de los cambios sociales que las expertas de la mesa redonda organizada por WIRES y WOD destacaron como las más importantes en esta nueva era. Cambios y tendencias en las que el diseño adquiere un papel fundamental como herramienta de adaptabilidad.
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