Las organizaciones se encuentran ante el gran reto de transformarse, a nivel laboral y empresarial, para resistir el golpe de la pandemia y afrontar con optimismo la llamada nueva normalidad. Jaime Sol, Socio responsable de People Advisory Services de EY (el área de consultoría de RRHH de EY), ha enumerado hoy durante su intervención en el congreso HR Hybrid Forum los cuatro ejes innatos a las personas que deben reforzar las empresas para cambiar con éxito los negocios: colaboración colectiva, confianza, resiliencia y compasión.
“La pandemia ha acelerado muchos de los cambios que venían produciéndose en el mercado laboral en los últimos años. Las empresas necesitan adaptarse a las nuevas tendencias y los trabajadores, con su actitud, learnability y capacidad para reciclarse profesionalmente, son siempre el motor de esos cambios innovadores. La colaboración público-privada debe ser ahora, más que nunca, ejemplar, es una necesidad ineludible para que nuestro tejido empresarial afronte el futuro con optimismo y pueda generar valor a largo plazo”, aseguró Jaime Sol, Socio responsable de People Advisory Services de EY.
- Colaboración colectiva: La nueva normalidad exigirá a las organizaciones un esfuerzo adicional para seguir fomentando de forma decidida la colaboración colectiva. Al fin y al cabo, las empresas son la suma de todos sus trabajadores y éstos generan redes de conocimiento que potencian su competitividad en el mercado. En este sentido, la apuesta por la diversidad -en su sentido más amplio- es un valor muy apreciado en el mundo empresarial al aportar una visión más extensa y completa del negocio, más enriquecedora, y comprobarse que redunda además en mejores resultados.
- Confianza: Generar confianza entre los profesionales contribuye a intensificar su sentimiento de pertenencia. La seguridad y el sentirse parte del proyecto de la empresa ayudan a que los trabajadores desempeñen sus funciones de una forma coordinada y participen activamente en la toma de decisiones de la organización. Cuanta más confianza y seguridad se genere, más se potenciará la capacidad de innovar sin ánimo a equivocarse y más sentimiento de orgullo se extenderá por la organización.
- Resiliencia: Entendida como la capacidad que tienen las organizaciones y las personas de reponerse ante hechos imprevistos y/o negativos, la resiliencia es y será fundamental para la continuidad de los negocios tras la COVID-19. Identificar los riesgos de forma anticipada y ser capaces de dar respuestas de una manera eficiente ayudarán a las empresas a acelerar su transformación en la llamada nueva normalidad.
- Compasión: Aparte de las numerosas incertidumbres que ha generado la irrupción del virus en los negocios, la pandemia también ha supuesto un gran reto a la hora de gestionar el terreno emocional de las personas. El sentimiento de lejanía y desconexión que puede provocar, a veces, trabajar a distancia ha pasado a ser uno de los temas más evaluados y estudiados por los departamentos de Recursos Humanos de las empresas. La organización en todos sus niveles, empezando especialmente desde la dirección, debe hacer un esfuerzo adicional en este contexto por generar lealtad y conexión, por comunicar y unir al empleado con el propósito de la empresa. De esta forma, las personas trabajarán conjuntamente para que con su actividad diaria se genere valor a largo plazo y sientan que forman parte de un gran proyecto.
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