Si buscamos un departamento que tenga más trascendencia en una empresa y que a la vez sea un pilar para su crecimiento a medio y largo plazo, este es sin duda el departamento de marketing. No hace falta entonces pensar mucho para darse cuenta de que para cubrir un puesto de esta magnitud, debemos acercarnos hasta unos perfiles altos y con experiencia para que diseñen el mejor plan de marketing empresarial posible.
La capacidad que tenga la persona que desempeñará el cargo de director o directora de marketing en un negocio, marcará el devenir de esa compañía, puesto que es un departamento totalmente transversal, cuyas acciones y decisiones afectan de manera crucial al resto. No hay que ver al departamento de marketing como a un batallón que va a cumplir sus propios objetivos y que usará el presupuesto asignado solo para ello, sino que los objetivos del departamento de marketing siempre irán alineados con los objetivos de la compañía.
Los objetivos que ha de tener un buen plan de marketing
Aunque hoy en día es lógico que hablemos mucho más de marketing digital que del tradicional, como hemos comentado antes el tema de los objetivos, no ha de cambiar, y tiene que ir alineado con los de la empresa. Pero un buen plan de marketing no debe atacar muchos objetivos a la vez, de hecho lo óptimo es que se defina un objetivo principal y un par de objetivos secundarios como máximo. De esta forma nos aseguramos que pondremos el foco donde realmente toca, y no intentaremos «hacer de todo» para todos… y acabar siendo «nada» para nadie.
Por eso es importante que un especialista en estrategias de marketing defina el plan junto con el CEO o el gerente de la compañía, ya que nadie mejor que esa persona para explicar y dar a conocer el objetivo real que necesita mejorar la empresa. El camino hasta conseguir esas mejoras, ya corre a cargo de la persona encargada de diseñar el plan de marketing.
Fijar objetivos realistas para un plan de marketing
Uno de los fallos que algunos empresarios cometen a la hora de pedirle a alguien acciones de marketing para su empresa, es el de definir objetivos muy ambiguos, poco realistas o, básicamente, cualitativos. No es razonable contratar a una persona con un perfil alto para que se encargue de dirigir el marketing de nuestra empresa, para luego pedirle un objetivo como «quiero vender más«. Los objetivos deben ser cuantitativos, ha de hablarse de «cuánto más» se quiere vender, y en «cuánto tiempo» esperaríamos conseguirlo.
A partir de ahí, hay que proceder a evaluar ese objetivo principal para ver si es razonable, si cumple con lo que en la jerga típica de un plan de marketing se denomina «un objetivo SMART«. Esto es que debe cumplir cinco condiciones sencillas, como ser específico (SPECIFIC), ser medible (MEASURABLE), ser razonable (ATTAINABLE), ser relevante para la empresa (RELEVANT), y por último, debe poder conseguirse en un tiempo determinado (TIMELY).
Con ese trabajo previo hecho, la persona encargada diseñará un conjunto de estrategias de marketing que, basándose en una serie de pilares y por los canales adecuados, nos acercará a cumplir los objetivos marcados.
Como hemos visto, aunque puede parecer sencillo de abordar, lo cierto es que tanto diseñar un plan de marketing como después ponerlo en práctica es algo que solo podrán llevar a cabo con éxito profesionales especialistas en esta materia, y que a poder ser sean personas experimentadas y con experiencia.
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