Las cápsulas de CBD son de las presentaciones de cannabidiol más populares. También son una tendencia que se ha alejado de la recreación y llegó hasta la medicina e incluso a las oficinas.
Esto se debe a que las capsulas se erigen como el método más fáciles de controlar en términos de dosificación y administración, así como también se adaptan mejor a las rutinas alimenticias que podría tener cada individuo.
La oficina + aceite o cápsulas de CBD, una relación discutida
Las diferentes presentaciones del cannabidiol que se han abierto las puertas del mundo empresarial también incluyen al aceite de CBD, pero las cápsulas de CBD inodoras y más discretas. Además, su presentación en forma de gel ayuda a una liberación de sus efectos de forma más prolongada (entre 6 y 8 horas, una jornada laboral), mientras que el aceite tiene mayor potencia, pero menor duración. Sin mencionar que su administración directa vía sublingual es más evidente.
Pero por ahora conviene detenerse en sus efectos, pues más que el “cómo” del CBD en la oficina, lo interesante es el “para qué”.
La prestigiosa revista GQ publicó hace algún tiempo un interesante artículo en el reveló la tendencia del consumo de CBD en la oficina para propiciar un ambiente de relajación en el trabajo.
No es un secreto que el trabajo de oficina puede ser estresante; los plazos de entrega, informes de resultados y procesos repetitivos estresan la mente y el cuerpo. Claro que la gestión de talento humano tiene un gran papel en la prevención y disminución, pero su aparición es uno de los gajes del oficio.
Brennan Kilbane, colaborador de esta revista, entrevistó a algunos trabajadores de oficina que consumen gominolas de CBD diariamente para hacer más llevaderas sus tareas. Sus hallazgos son que puestos o trabajos como:
● Ingenieros de software,
● Empleados de banca,
● Cajeros de supermercados,
● Personas con home office.
Son los que de seguro podrán sacar los mejores resultados. Otro tipo de labores, como obreros o psicólogos, podrían no ser recomendados debido a la relajación que produce.
Cabe destacar que no hay efectos psicoactivos como muchos piensan, pues las cápsulas de CBD, independientemente de si su concentración es al 4% o al 20%, no tiene THC o tetrahidrocannabinol.
Gotas de aceite vs. Cápsulas de gel: ¿Cuál es mejor la mejor?
Ambos métodos producen los mismos efectos, aunque varían en intensidad y duración.
Los aceites son más populares en el mercado, pues tienen la ventaja de poder aderezar comidas con apenas un par, aunque en medio de la revolución mundial del CBD se proyecta que las cápsulas podrían superar su uso en números en poco tiempo.
La razón principal de los cálculos se debe a la seguridad; consumir cápsulas requiere la aprobación previa de un médico (para saber qué concentración ingerir) y se trata de una dosis tan exacta como sencilla de adaptar a la rutina.
Por otro lado, el aceite requiere de la medición diaria del humano y esta puede ser variable, por lo que a alguien que no le guste su sabor o tenga un horario muy ajustado no le parecerá factible. Esto mencionar el posible error humano y el asunto de la indiscreción que se mencionó casi al inicio de este artículo.
El cannabidiol en su presentación de cápsulas puede servir para aliviar dolores e inflamaciones musculares, aumentar la energía, ayudar en la conciliación del sueño, tratar enfermedades complejas como la esclerosis múltiple o aumentar el apetito.
Sea cual sea la forma de consumo, siempre es importante evitar los excesos y se recomienda complementar con estudios avanzados en el ambiente de oficina, pues la relajación del estrés podría afectar los niveles de concentración y productividad; aunque en la web de la empresa Hive tienen una opinión particular al respecto.
El aceite y las cápsulas de CBD no pintaban a ser aliados del departamento de RRHH en el siglo XXI, pero el bienestar de los empleados podría dictar lo contrario.
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