La crisis del COVID-19 y las medidas de contención han sumido a la economía mundial en una grave recesión. Según las previsiones del Banco Mundial, la economía global se reducirá en un 5,2% en 2020. Como resultado, la gestión de costes se ha convertido en una prioridad en la agenda de muchos directores generales, que se enfrentan a una realidad que implica recortes para que su empresa sobreviva.
Un análisis de Oliver Wyman revela que alrededor del 90% de las 50 principales empresas de la lista Fortune 500 ha anunciado acciones de costes desde el comienzo de la pandemia. Además, es probable que durante el tercer trimestre del año más compañías sigan el ejemplo, a medida que las previsiones de la demanda global empeoren.
Bajo presión, la mayoría de las organizaciones tienden a refugiarse en una reducción de forma abrupta de los costes. Sin embargo, las compañías ganadoras en una crisis tienden a adoptar un enfoque más concienciado y a centrarse en la restructuración de su base de costes para que las ganancias sean sostenibles.
Oliver Wyman realizó una encuesta para destacar la gestión de costes que se diferencian del resto. Para ello, seleccionaron participantes de todos los sectores con experiencia en acciones de reducción de costes, analizando así qué funciona mejor. Más del 81% de los encuestados estuvieron de acuerdo en que su empresa tenía un enfoque claro y bien planificado de su programa de costes, pero sólo el 35% de los participantes considera que su programa fue exitoso.
En base a estudios recientes y a la encuesta, Oliver Wyman ha identificado cuatro estrategias para una transformación exitosa de los costes.
1. Tener en cuenta la complejidad a la hora de asignar recursos
Las organizaciones suelen subestimar la capacidad necesaria para ejecutar programas de costes: sólo el 30% de los encuestados otorgaron a su organización una calificación alta por haber proporcionado las herramientas, la capacitación y los recursos necesarios para ejecutar el programa de manera eficaz. Aunque puede resultar contradictorio destinar recursos en un programa de costes, los empleados que no están preparados y están demasiado dispersos tendrán dificultades para coordinar, tomar las decisiones correctas y ejecutarlas de manera oportuna. Analizar los costes y beneficios puede dar a las organizaciones la confianza de dotar adecuadamente de recursos a sus programas de costes para una implementación exitosa.
2. Proporcionar una comunicación constante y transparente
Los programas eficaces tenían casi el doble de posibilidades de contar con un liderazgo basado en una comunicación regular, tanto a nivel interno como externo. De hecho, cuando un gran banco global reportó sobre su programa de costes en cada informe trimestral de resultados durante cuatro años, su coeficiente de eficiencia neta mejoró en 16 puntos porcentuales, superando ampliamente el promedio de sus competidores.
3. Ajustar los incentivos individuales y los de la empresa
Un tercio de los encuestados no estaban motivados para apoyar los programas de costes, ya que no veían beneficio personal. «Mientras se gestionan los costes, es fundamental alinear los incentivos para que los objetivos sean los mismos para todas las partes», afirma Ken Harvey, presidente del consejo de administración del Grupo CLS y anterior jefe de grupo de tecnología y operaciones en HSBC. Los programas de incentivos deben incluir métricas de gestión de costes en un delicado equilibrio con otros elementos de desempeño.
4. Promover la implicación ante la contabilidad de la compañía
Casi el 90% de los encuestados están de acuerdo con el hecho de que los líderes se responsabilicen de los resultados de los programas de costes. A pesar de esto, la responsabilidad no debe caer únicamente en los puestos más altos de la compañía, sino que los niveles inferiores deben participar igualmente e implicarse para cumplir los objetivos. Gracias a las nuevas tecnologías, las entidades pueden crear herramientas que permitan informar a todos los niveles de la empresa.
El momento de actuar es ahora
La segunda mitad de 2020 será más volátil que la primera, y la mayoría de las organizaciones seguirán estando sometidas a importantes restricciones. Más del 75% de los CEOs de la lista Fortune 500 no cree que la actividad económica alcance sus niveles prepandémicos hasta 2022. Por esta razón, Oliver Wyman recalca la importancia de construir un plan de reducción de costes basado en una base analítica y con una infraestructura de apoyo para su gestión, estableciendo objetivos, asegurando una buena comunicación, alineando al equipo y estableciendo los correctos niveles de responsabilidad para lograr los resultados.
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