El nuevo informe “Epidemia de COVID-19: Contribuyendo al bienestar de los empleados” publicado por Aon plc, empresa global líder en servicios profesionales que ofrece un amplio abanico de soluciones de riesgos, capital humano y salud, aborda el importante papel que desempeñan las empresas para ayudar a sus empleados a dar lo mejor de sí en este nuevo entorno laboral, aunque sea temporal.
Un número creciente de empresas de toda la región EMEA están pidiendo a sus empleados que trabajen desde casa como parte fundamental de una estrategia de «contención» frente a la epidemia de COVID-19. Muchos estarán acostumbrados a ello y se sentirán cómodos, aunque la idea del teletrabajo durante un periodo muy amplio podría resultar complicada.
Ventajas y retos
El teletrabajo puede tener muchas ventajas, como el otorgar a las personas más control y flexibilidad sobre su jornada laboral, posiblemente menos distracciones, menos tiempo de desplazamiento y la capacidad de desarrollar hábitos saludables en relación con el día de trabajo, pero también puede presentar desventajas que podrían verse exacerbadas si el periodo de teletrabajo es demasiado largo. Por ejemplo, existe el riesgo de que algunos empleados se sientan aislados en su nuevo entorno laboral. Podrían sentir ansiedad en un momento de incertidumbre, tener que realizar un esfuerzo por separar la vida laboral de la vida familiar o estar luchando por ser productivos en una casa llena de gente.
“En este momento sin precedentes, las empresas deben dedicar más atención a respaldar el bienestar de sus empleados de forma efectiva, en particular teniendo en cuenta que consideramos que las prácticas de trabajo van a cambiar y el teletrabajo será la norma, al menos temporalmente”, afirma Gonzalo Martínez Coco, Head of Global Benefits de Aon España. “Para ello deben tener en cuenta acciones en cinco ámbitos: físico, social, profesional, financiero y emocional”.
¿Cómo contribuir al bienestar del empleado?
El informe incluye tres sugerencias de actuación en cada uno de estos ámbitos, proponiendo acciones que van desde ofrecer acceso a un entrenador personal virtual que preste apoyo con la salud física de personas de distintos perfiles, al uso de una aplicación de salud corporativa para plantear desafíos en la empresa, pasando por plataformas online gamificadas para plantear y compartir retos, servicios de ayuda para padres y cuidadores, de telemedicina para empleados, o servicios de apoyo en caso de duelo. Otras alternativas son los servicios de suscripción a alimentos saludables con descuentos, plataformas y sesiones en línea sobre bienestar financiero o facilitar una plataforma de descuentos y ofertas para empleados.
“En este entorno tan volátil, tan conectado y desconectado a la vez, las empresas necesitan trabajar con sus empleados cómo aprender a gestionar los retos a los que se enfrentan y desarrollar una estrategia de bienestar corporativo fundamentada en los cinco pilares mencionados”, añade Gonzalo Martínez Coco.
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