En los últimos años, la comunicación interna se ha convertido en una pieza fundamental de las estrategias de las empresas, situándose en una posición transversal entre los departamentos de Marketing, Comunicación y RRHH y demostrando ser decisiva en la mejora del compromiso de los empleados y, por tanto, de la productividad.
Con el avance de la pandemia del COVID19 en todo el mundo, la comunicación interna ha pasado a dominar la agenda de las compañías que intentan adelantarse a las posibles medidas de los gobiernos autonómicos y centrales garantizando la seguridad de sus empleados y reduciendo al mínimo los efectos que esta situación pueda tener en sus resultados de negocio.
Gestionar esta crisis tan cambiante e impredecible no pasa por seguir viejos manuales y protocolos de actuación, sino por establecer una comunicación fluida con los equipos para combatir la incertidumbre y adaptarse rápidamente a los nuevos escenarios. ¿Cómo?
- Creando un comité de crisis en el que estén representadas las diferentes realidades de la organización para poder identificar con agilidad los problemas y las preocupaciones de los empleados.
- Estableciendo los mensajes claros, relevantes y concisos que se trasladarán a los equipos, así como la periodicidad.
- Activando canales de comunicación horizontales para atender dudas, fomentar la participación e implicación del equipo y garantizar la trasparencia y la inmediatez.
- Formando a los mandos intermedios e identificando a los embajadores de nuestra marca, que cuentan con mayor credibilidad entre los equipos, para que evitar la distorsión de los mensajes corporativos y apaciguar una posible crisis interna que pueda trasladarse también al ámbito externo.
- Alineando nuestras acciones con el propósito y cultura corporativa. Ahora más que nunca es necesario recordar no sólo quiénes somos si no cuál es nuestra aportación a la sociedad y nuestros valores.
Este último aspecto cobra verdadera importancia en un momento en el que muchas empresas cuentan con toda su fuerza laboral trabajando de forma remota desde casa. Fomentar el sentido de pertenencia a un proyecto común será imprescindible para evitar la desvinculación a causa de la deslocalización que puede alargarse de manera indefinida.
También en el caso de compañías con empleados que acuden a su puesto físico de trabajo para garantizar la producción o la distribución de productos. En este caso, son fundamentales la formación de los mandos para la comunicación en cascada, la activación de canales de comunicación para llegar a aquellas personas sin ordenador o teléfono corporativo, así como los programas de reconocimiento para corresponder el esfuerzo realizado y para poner en valor su trabajo.
Los comentarios están cerrados.