Los espacios coworking viven su mejor momento desde la recesión económica de 2008. Madrid presume de ser una de las comunidades autónomas en las que más crece la necesidad de centros de trabajo cooperativo. La Fábrica, operador madrileño referente en el sector de espacios de trabajo compartidos a nivel nacional, viene experimentando un boom en la demanda de sus centros de negocio y coworkings, pero una vez más una conocida consultora inmobiliaria lo ha confirmado con un estudio general del mercado español.
Que los coworkings han ganado seguidores en los últimos años, parece incuestionable. Pero no era fácil determinar a qué velocidad evolucionaba este sector. El estudio ‘Espacios Flexibles en España 2019’, firmado por Cushman & Wakefield, ha desvelado unas cifras muy interesante acerca del rápido crecimiento de los espacios de trabajo cooperativo.
Según este estudio, la demanda de oficinas compartidas se disparará un 5,3% en Madrid durante el presente ejercicio. Las previsiones de crecimiento, no obstante, son menores en mercados como Barcelona o Valencia. Se espera, además, que los coworkings ocuparán un 1,4% del espacio de oficinas en la capital española para el 2020.
Los autores del estudio afirman, además, que «el 34% de las empresas que ya utilizan coworking prevé un incremento en el tamaño de estos centros». Para los profesionales detrás de Coworking La Fábrica, estas previsiones están lejos de ser una sorpresa, pues son muchos los beneficios de los centros de trabajo cooperativo.
La Fábrica, una de las empresas referenciales de los espacios de trabajo cooperativo en Madrid
Lejos de ser una moda pasajera, los coworkings han logrado consolidarse en el mercado español como una alternativa superior al alquiler de oficinas o a la compra de las mismas. Una de sus grandes fortalezas es la excelente ubicación y comunicación de la mayoría de los espacios de trabajo cooperativo en grandes centros urbanos como Barcelona o Madrid.
En el caso específico de La Fábrica, «nuestros centros de negocios están situados en pleno centro financiero de Madrid». De ahí que los clientes valoren el carácter céntrico de estos y otros coworkings.
Además, la versatilidad de la mayoría de los espacios de coworking no puede encontrase en sus alternativas. Como apuntan desde esta empresa madrileña, sus clientes tienen «derecho tanto a un espacio de trabajo abierto o cerrado, alquiler de despachos, como a salas de reuniones, aulas de formación, zonas comunes donde relajarse, descansar y compartir ideas».
Pero además, los espacios de coworking ofrecen oportunidades de establecer contactos con otros profesionales, clientes o emprendedores, ayudándoles a colaborar entre sí y creando un flujo de trabajo constante y beneficioso para todos. De esta forma, los centros de trabajo colaborativo se han convertido en el mejor lugar para practicar un networking efectivo.
Por otra parte, Manuel Fernández de Cañete (Socio y CoFundandor de La Fábrica) señala que estos entornos han sido diseñados específicamente para fomentar la productividad ubicados en zonas donde si no existiese este modelo de negocio no sería posible encontrar una oficina para la gran mayoría de las pymes. «Nuestros coworkings, explican, son espacios modernos, amplios y funcionales, que además disponen de amplios ventanales con vistas al parque de Avenida de Brasil, a la Glorieta de Quevedo y a la Glorieta de Cuatro Caminos, lo que hace de nuestros espacios lugares óptimos y armoniosos».
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