RADARSERES, el foro de referencia de las tendencias de Responsabilidad Social de las empresas en los próximos años, celebró su primera edición el pasado 8 de octubre, con más de 250 personas. Uno de los principales temas fue la reflexión conjunta sobre el futuro del mercado laboral, marcado por el desarrollo tecnológico, como una de las cuestiones esenciales de la agenda social, y para lo que SERES lleva trabajando desde sus inicios localizando proyectos liderados por empresas y entidades sociales, fomentando la colaboración y compartiendo conocimiento.
En estos momentos, además, la Fundación ha lanzado un nuevo laboratorio de trabajo con empresas, que nace para abordar las nuevas necesidades del mercado de trabajo, y facilita a las compañías el diseño de soluciones inclusivas. En palabras de la Directora General de SERES, Ana Sainz “el impacto de la tecnología se sentirá en todos los sectores económicos. En la empresa debemos enfocarnos en las oportunidades y no sólo en los desafíos de esta trasformación”.
De esta manera se alzaron algunas voces entre los ponentes como el Presidente de Accenture en España, Portugal e Israel, Juan Pedro Moreno quien otorga un papel clave y responsable a las compañías en el proceso de cambio de modelo laboral “no podemos en los tiempos que corren abandonar al Estado y a los poderes públicos en la responsabilidad de la sostenibilidad respecto al cambio que está viviendo la sociedad”.
Moreno insistió en la idea de que la sostenibilidad del modelo del estado del bienestar y del actual modelo económico solo se puede asegurar si las empresas asumen la responsabilidad de implicarse en acciones claras y concretas para paliar, prevenir y mitigar la vulnerabilidad en el mercado laboral derivada del desarrollo económico. “El Estado debe ser simplemente subsidiario de lo que la empresa vaya desarrollando en esta materia”, dijo.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 8 que tiene que ver con la creación de empleo decente y calidad, con la premisa de ya existen 4 millones de personas en nuestro país que están en situación de vulnerabilidad. O bien o no tienen empleo y no lo van a encontrar en los próximos dos años.
El 55% de las tareas que conforman los puestos de trabajo son susceptibles de ser automatizadas con tecnologías hoy disponibles
Alrededor del mismo debate el presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Emilio Ontiveros, abundó en que una de las consecuencias más importantes que tiene la modernización tecnológica es la reducción de la inclusión. Emilio Ontiveros señaló que “estamos viviendo en directo la mayor discontinuidad tecnológica de la historia, mayor que la de la revolución industrial”. Para este experto la digitalización y la globalización están provocando una revisión profunda de aspectos centrales en la organización económica que están teniendo impactos en el mercado de trabajo lo que provoca ansiedad en un gran número de personas por el temor a perder sus puestos. “El 55% de las tareas que conforman los puestos de trabajo son susceptibles de ser automatizadas con tecnologías hoy disponibles. Pero también es verdad que toda discontinuidad tecnológica, toda revolución industrial, genera oportunidades nuevas”, dijo
El presidente de la AFI aseguró que 2019 finalizará con más de tres millones de robots funcionando en el mundo, que realizan su actividad en aquellas economías donde el tejido industrial es mayor y tiene un peso elevado. El efecto sustitución y de desplazamiento generado por la utilización de estas máquinas, unidas a la Inteligencia Artificial y el software, en opinión de este experto no tiene por qué traducirse necesariamente de situaciones adversas.
Por último, otro de los temas abordados como indispensable en cuanto a tendencias en el futuro del empleo, fue la precariedad de los jóvenes por carencias digitales, problema que trató Mona Moursher, CEO de Generation, programa global de la consultora McKinsey & Company dirigido a jóvenes desempleados entre 18 y 29 años. Iniciativa presente en 13 países, entre ellos España, que ofrece una formación intensiva en las capacidades demandadas por las empresas en 26 profesiones con el compromiso de dotar de un empleo a aquellos jóvenes que completan con éxito los programas de formación. “El 93% de los jóvenes que participan en nuestros programas no tienen trabajo y la mayoría son mujeres” “Las empresas deben tener voluntad de querer aceptar un riesgo. Contratar a alguien con un perfil alternativo es lo que necesita el mundo”.
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