Ryanair y los tripulantes de cabina (TCP) han sellado la paz tras casi un año de conflicto. La maratón de negociaciones en la sede del Ministerio del Trabajo entre la compañía y los sindicatos terminó en la madrugada del miércoles con un acuerdo que sienta las bases para crear un convenio colectivo y pone fin a la oleada de huelgas en nuestro país (los paros previstos para el 10 y el 13 de enero se han cancelado).
Para lograr el acuerdo, Ryanair ha tenido que ceder a las exigencias de los TCP y ha aceptado aplicar la ley española a partir del próximo 1 de febrero y cerrar las agencias de contratación temporal Crewlink y Workforce en algo más de dos años.
Así, según el acuerdo, en unos veinte días los 1.800 TCP que trabajan para Ryanair en nuestro país tendrán contratos españoles, por lo que empezarán a cobrar en cuentas bancarias españolas, podrán acudir sin problemas a la Justicia nacional para resolver los conflictos laborales, tendrán derecho a bajas médicas y de paternidad remuneradas y a acudir a la seguridad social.
En este punto, cabe destacar que Ryanair también ha asumido la parte de la ley sindical y todos los puntos que recoge el estatuto de los trabajadores, tal y como obliga la ley. Es decir, dará a los sindicatos los días de labores destinadas a la defensa de los derechos de los trabajadores que obliga la legislación y reconocerá a los sindicatos como los interlocutores legítimos. Unos puntos que se negaba a asumir, alegando que afectaban a la eficiencia de su operativa.
Asumir la ley española también aumentará los costes sociales y laborales de Ryanair, que actualmente se somete a la normativa irlandesa.
Otra pata importante del acuerdo es el compromiso de Ryanair a cerrar las agencias, algo que no ha aceptado en otros países. La idea es que los trabajadores de estas empresas, que llevan hasta diez años con contratos temporales, pasen a ser empleados directos de Ryanair, lo que implicaría ser fijos y una mejora de sus condiciones. Todavía no ha trascendido las condiciones en las que pasarán a formar parte de Ryanair ni el plazo concreto.
Aun así, fuentes cercanas a la negociación prevén que no se tarde mucho en cambiar el modelo y en que creen una ETT para realizar los contratos temporales, porque ya hay denuncias por cesión ilegal de trabajadores.
El acuerdo está pendiente de recibir el visto bueno de los TCP, que lo tendrán que votar en asamblea en las próximas semanas. En cuanto lo aprueben se iniciará la negociación del I Convenio Colectivo, ya que el pacto incluye el compromiso de abrirla «inmediatamente».
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