Año tras año los datos del Instituto Nacional de Estadística demuestran que tras las vacaciones de verano es cuando más divorcios se producen. Compartir más tiempo que durante el resto del año hace aumentar los roces y las peleas conyugales y familiares. En Family Business Solutions consideran que esta misma situación es extrapolable a las empresas familiares.
Family Business Solutions, consultoría de empresa familiar, ha detectado que durante las vacaciones aumenta el número de enfrentamientos y de conflictos en aquellas familias empresarias que pasan las vacaciones juntas, en la casa de verano familiar o de viaje, por ejemplo. “Tras los períodos de vacaciones, especialmente al finalizar el verano, es habitual notar que aumenta el número de consultas relacionadas con disputas en la familia empresaria que han estallado durante el verano y que, si no se resuelven, en setiembre pondrán en riesgo la continuidad del negocio” explica Ricard Agustín, fundador de Family Business Solutions y consultor de empresas familiares.
Una de las principales causas del aumento de conflictos familiares, según Agustín, es que, al pasar las vacaciones juntos, los problemas y tensiones, que a menudo ya se arrastraban durante el año, se acentúan por el mayor tiempo y emociones compartidas. Además, a esto se le suma que hay más contacto entre familiares con relaciones difíciles o con relaciones ya dañadas, que se unen núcleos familiares que tienen normas y estilos de vida diferentes e incluso contrapuestos, y la presencia de familiares políticos y familia extensa cuya intervención en las discusiones suele propiciar la escalada del conflicto.
Recomendaciones para que los conflictos familiares no afecten a la empresa familiar
Para Ricard Agustín, fundador de Family Business Solutions y consultor de empresas familiares, la mejor herramienta para evitar que los conflictos familiares afecten la empresa familiar es la prevención de los mismos y afrontarlos antes de que se enquisten.
En aquellos casos en que ya sea demasiado tarde y la familia empresaria se encuentre en una situación de conflicto actual, para evitar que en setiembre la empresa familiar y el ambiente de trabajo se resientan Agustín recomienda lo siguiente:
- Abordar el problema. Echar tierra encima y pensar que las cosas se reconducirán por si solas no es la mejor opción si existe un conflicto abierto.
- En función de la magnitud, abordar el conflicto más formalmente. Si tenemos un Consejo de Familia y un Protocolo Familiar, se tendrán que seguir los procedimientos acordados en el mismo. Si no es el caso, deberán abordarse las disputas directamente entre los afectados, con la ayuda del líder familiar o del asesor de confianza como mediadores.
- No triangular en terceras personas de la familia para que ejerzan de mediadores, como madres, padres, hermanos, parejas… En algunos casos puede funcionar, pero lo normal es que el conflicto se magnifique.
- Intentar que el conflicto no sea un tema recurrente a tratar cuando llegamos a casa. Dejar el problema en “la percha de la entrada”.
- Sobre todo, no tratar la disputa en la empresa ni hacer partícipes del mismo al personal de la empresa, por mucha confianza que les tengamos.
- Una vez solventado, aprender la lección para que, frente a nuevos eventos, fiestas familiares y tiempo de vacaciones compartido, todos tomen las debidas precauciones, especialmente cuidando la Comunicación, para minimizar el riesgo de que situaciones parecidas se repitan.
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