El presidente ejecutivo, Sundar Pichai, dijo a sus trabajadores que aunque el desarrollo está en una etapa inicial, proporcionar más servicios en el país más poblado del mundo encaja con la misión internacional de Google.
Con la esperanza de obtener la aprobación del Gobierno chino para proporcionar un servicio de búsqueda móvil, la compañía prevé bloquear algunas páginas web y términos, informó Reuters este mes, citando fuentes no identificadas.
El hecho de que la compañía pueda o no lanzar un buscador en China «no está nada claro», dijo Pichai, según la transcripción. «El equipo ha estado en una etapa de exploración desde hace bastante tiempo, y creo que están explorando muchas opciones».
La revelación del proyecto secreto, llamado Dragonfly, ha molestado a algunos empleados de Google y organizaciones de defensa de los derechos humanos. Les preocupa que al aceptar las exigencias de censura, Google dé validez a las prohibiciones de China sobre la libre expresión y viole el código de conducta de la compañía.
Cientos de empleados han pedido a la compañía que ofrezca más «transparencia, supervisión y responsabilidad», según una petición interna que vio Reuters el jueves.
The New York Times fue el primer medio en informar sobre la petición el jueves. Google no quiso hacer ningún comentario.
Los ejecutivos de la compañía no han hablado en público sobre Dragonfly, y sus comentarios en la reunión de la compañía fueron los primeros sobre el proyecto desde que se filtraron detalles al respecto.
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