Cómo montar una empresa con ayuda de préstamos rápidos

Los préstamos personales han existido desde tiempos inmemorables. Sin embargo, el mercado ha ido adaptándose a los contextos económicos y sociales, así como a las necesidades de las personas. Ha sido de este modo que desde hace unos años escuchamos hablar de los llamados créditos rápidos. Se trata de productos que han nacido para dar respuesta a las algunas dificultades derivadas de la crisis económica y que presentan unas características particulares. Su proliferación ha hecho que cada vez oigamos hablar más de ellos. Un claro ejemplo es el caso de los préstamos rápidos de QueBueno.

Cuando estalló la crisis económica en nuestro país, muchas familias comenzaron rápidamente a notar las consecuencias. Conseguir un trabajo empezó a convertirse en todo un reto, al igual que tener un buen salario o lograr tener unos pocos ahorros. El ámbito doméstico fue uno de los primeros en verse afectados, pero no solo el único. El campo del emprendimiento fue sin duda otro que se vio debilitado por la situación económica. Al igual que en el contexto familiar los españoles comenzaron a tener muchas dificultades para hacer frente a pagos inesperados, los emprendedores se vieron con grandes problemas para poder sacar adelante su negocio o para lanzarse en una aventura de este tipo.

Por muy pequeña que sea, montar una empresa implica, en su totalidad, ciertas cantidades de dinero considerables. Antes de la crisis, la mejor manera de poner en práctica experiencias de este tipo era a través de los créditos bancarios. Sin embargo, la demora en su procedimiento y la necesidad de cumplir con diferentes condiciones dificultaba su adquisición. En este sentido, los créditos rápidos, conocidos por ofrecer dinero rápido, se han sabido posicionar en el mercado como una buena alternativa.

Aunque se trata de créditos que no implican grandes cantidades de dinero, a diferencia de los tradicionales, sí que nos permiten adquirir la cuantía deseada de manera inmediata. Además, podemos hacer uso de ellos en cualquier momento, sin existir un número limitado de solicitudes. De este modo, poco a poco y gracias a pequeños créditos, podemos ir construyendo nuestra empresa. Montar nuestra propia star-up se convierte, de este modo, en un proceso fácil y sin hipotecas de por vida, pudiendo adaptar cada uno de los créditos que pedimos a nuestra situación personal en cada momento.

No obstante, estas no son las únicas ventajas que presentan los créditos online. Si estamos pensando en montar nuestro propio negocio y no sabemos cómo hacerlo, los créditos online presentan una serie de características que pueden ayudarnos en el proceso. Entre las más destacadas por los usuarios se encuentran:

• Sin avales, ni comisiones de apertura: antiguamente, la persona que quería solicitar un crédito para montar un negocio, debía o bien poseer unos ingresos elevados o bien disponer de una persona que lo avalase. Sin embargo, cuando se trata de crear nuestra propia empresa, estas condiciones no siempre son posibles. En este sentido, los créditos rápidos se han convertido en una buena opción ya que no exigen ni avales, ni comisiones de apertura. Independientemente de los ingresos que tenga la persona que decide emprender, podrá solicitarlo.
• Menos trámites: si crear una empresa implica una burocracia bastante importante, cualquier reducción en el número de trámites será un alivio. En este sentido, los créditos online permiten gestionar todo el proceso en pocos pasos y en cuestión de minutos. Los únicos documentos que tendremos que entregar serán una copia de nuestro DNI, así como el número de la cuenta bancaria en la que queremos que nos ingresen el dinero.
• En cuestión de minutos: debido a esa reducción en la cantidad de burocracia, desde que nuestra solicitud de crédito es aceptada hasta que recibimos el dinero en nuestra cuenta pueden pasar, como máximo, entre 48 y 72 horas. Además, el hecho de que este tipo de créditos se soliciten por internet, permite que podamos compaginar su tramitación con nuestros horarios personales.
• Ni por qué, ni para qué: solo nosotros sabemos por qué queremos pedir el crédito y a qué aspecto de nuestra empresa irá destinado el dinero. De este modo, si en un primer momento pensamos en solicitar el crédito para comprar mobiliario, pero posteriormente, por el motivo que sea, decidimos destinar esa cuantía a otra necesidad, no tendremos ningún problema. Los créditos rápidos no implican desvelar ni justificar el empleo del mismo.
• La cantidad que necesitamos: este tipo de créditos no ofrecen cantidades concretas, sino que disponemos de un abanico de cuantías a escoger. De este modo, y tratándose de la creación de una empresa, es probable que si pedimos varios créditos cada uno suponga cantidades de dinero diferente. Por lo tanto, esto no será un problema.
• Plazos de devolución: en el momento de solicitar el crédito podremos saber cuál es el plazo que la entidad prestamista establece para proceder a la devolución. Esta posibilidad nos permite organizar y decidir qué necesidades de nuestra empresa queremos priorizar, según el momento en el que nos encontremos.