Lanzarse a emprender es una actividad complicada, en la que es probable cometer errores. Sin embargo, muchos expertos recomiendan no tener miedo a equivocarse y tratar de aprender de esos fallos. Pero sin olvidar que hay errores que es recomendable evitar, ya que pueden acabar provocando el fracaso de la misión.
Judit Catalá, emprendedora y formadora online, por su experiencia ha tenido la oportunidad de ver durante años como muchos empresarios principiantes morían en el intento de emprender un negocio. Por este motivo, Judit Català facilita algunas recomendaciones para saber dónde nos estamos equivocando y qué situaciones deberíamos evitar si queremos emprender y llevar nuestra empresa al éxito.
1. Socio equivocado
Cuando un profesional decide crear una empresa, al principio todo es perfecto, sin embargo la relación con la persona asociada no es tan idónea como se cree. Y es que toda persona que se inicia en el mundo empresarial necesita un soporte, necesita a alguien con el que comenzar esta andadura. Por ello, es recomendable definir las tareas que va a llevar a cabo cada uno y dejarlo todo por escrito para que luego no hayan malos entendidos.
2. Narcisismo
Lanzar un producto al mercado es relativamente fácil y las ganas y la voluntad de hacerlo son un punto a favor. Sin embargo cuando se desarrolla el producto es necesario previamente medir y averiguar qué opina la gente, realizar estudios de mercado, saber si realmente es bueno y sobre todo si gusta. Solamente así es posible evitar el punto de vista narcisista que tiene el profesional que emprende.
3. Inspector Gadget
Este concepto define cien por cien al emprendedor que empieza una actividad. Y es que el profesional parece tener herramientas para todo y piensa saber mucho de todo. Todas las tareas las realiza él y no sabe delegar. Por ello es importante dejarse ayudar por los demás para que te aporten las herramientas necesarias y sobre todo se encarguen de tareas para que tú puedas concentrarte en tu negocio. Tener herramientas para todo puede perjudicarte a la larga.
4. Morir de éxito
Este es el caso más estudiado en las escuelas para emprendedores. Hay empresarios que ven crecer su negocio rápidamente y creen que este éxito va a ser para siempre. Eligen la mejor zona de la ciudad para tener su oficina o despacho, contratan a más personal de lo que posiblemente necesitan y no llevan un control exhaustivo de los gastos. Y es que tener éxito puede ser peligroso si no sabes manejarlo. Por ello se insiste en empezar siempre la casa por los cimientos e ir creciendo poco a poco para que el crecimiento de la empresa sea constante y equilibrado.
5. No vender
Prácticamente la sentencia de todas las empresas que cierran. Hay que perderle el miedo a la venta. Hay empresarios que temen el momento de ‘salir’ a vender su producto. No se ven capacitados o simplemente no tienen ese don comercial para vender un producto con éxito.
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