1 de cada 4 empresas no destruye documentos sensibles, según un estudio realizado por Fellowes, compañía que ofrece una amplia gama de destructoras y productos ergonómicos para equipar oficinas y hogares. Con la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos el próximo mes de mayo, las empresas necesitan adaptarse a la nueva normativa. Y es que más del 30% de los encuestados en este estudio de Fellowes reconoce que los trabajadores de su empresa han puesto en riesgo información sensible al dejar documentos en la oficina (impresoras, fotocopiadoras, salas de reuniones, etc.) sin destruir.
Este estudio también revela datos como que la mayor parte de los documentos que se destruyen (el 72%) son informes internos de la compañía, seguidos de documentos financieros, como facturas o extractos bancarios, y documentos de recursos humanos.
Además, la mitad de los encuestados dice esperar a que su destructora deje de funcionar correctamente para reemplazarla, siendo el precio y la capacidad de almacenamiento los requisitos que más valoran los compradores a la hora de adquirir una destructora tradicional. Sin embargo, cuando se trata de hacerse con una destructora automática, la preocupación por el medio ambiente y la comodidad de no tener que alimentarla gana importancia. Los encuestados en este estudio dicen tener en cuenta la cantidad de energía que consuma y si está fabricada con materiales reciclados o reciclables.
Héctor Barak, director general de Fellowes Ibérica, afirma: “Trabajar con documentos confidenciales supone saber cómo destruirlos llegado el momento. A partir del próximo mes de mayo, con la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos, las empresas y sus trabajadores deberán adaptarse a los cambios. Desde Fellowes queremos animar a las compañías españolas a que no pongan en riesgo información sensible propia y de terceros”.
Dejar documentos confidenciales puede presentar serios riesgos de seguridad, lo que además puede dañar la confianza de clientes, empleados y consumidores. Productos como destructoras ayudan a cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos, pues los documentos destruidos de forma segura impiden la recomposición de los mismos y ayuda a minimizar el riesgo de brechas de seguridad.
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