Los sectores sanitario y farmacéutico soportan una enorme presión. El envejecimiento de la población, los adelantos médicos y el incremento de las expectativas del paciente están impulsando la demanda de sus productos y servicios, pero los presupuestos no crecen al mismo nivel que la demanda y los costes. La falta de estandarización en Recursos Humanos o de sistemas de nóminas integrados se convierte en un problema para las empresas multinacionales. Según el estudio de ADP (Automatic Data Processing), proveedor global líder en soluciones de Gestión del Capital Humano (HCM), las empresas del sector salud necesitan soluciones globales de RR.HH. para gestionar su Capital Humano a nivel internacional.
Una solución única y global proporcionada por un solo proveedor ofrece dicho control y consigue que los costes sean transparentes. Al estandarizar los procesos de RR. HH. y trasladarlos a la nube, la solución global permite a las compañías sanitarias y farmacéuticas internacionales realizar un seguimiento de parámetros clave del personal y aumentar su eficiencia. De este modo se pueden aprovechar mejor los presupuestos. Y lo que todavía es más importante, permite a los jefes de RR. HH. y a sus equipos centrarse en las cuestiones de gestión del talento que afectan directamente a la calidad de la asistencia al paciente y la disponibilidad de nuevas medicinas innovadoras.
Según Juan Jesús Palacios, director de Desarrollo de Negocio de ADP Iberia, “muchas empresas del sector salud trabajan con varios sistemas de RR. HH. y gestión de nóminas, a menudo de diferentes proveedores, lo cual incrementa sus costes y limita su capacidad para tomar buenas decisiones en cuanto a gestión del talento. La estandarización permite tener una visión completa del personal y un control global sobre los datos de los empleados”.
Los retos del sector
Las empresas del sector salud y farmacéutico se enfrentan a los siguientes retos a la hora de crecer internacionalmente:
– El control. Las empresas sanitarias y farmacéuticas están enfrentándose continuamente a nuevos requisitos para proporcionar más acceso a asistencia, una mejora de la calidad y mayor asequibilidad. La limitación del gasto en sanidad obligará a los proveedores a desarrollar sistemas de suministro más rentables como consecuencia de la economía de resultados. La transparencia emergente con expectativas de conveniencia, claridad y precisión impulsarán una mayor inteligencia. Para sacar el máximo provecho a su personal, los equipos de RR. HH. necesitan contar con una visión completa no solo de los costes, sino también del talento clave que tienen a su disposición en cada lugar; una visión que solo pueden formarse si tienen control sobre los datos de los empleados.
– La flexibilidad. Es necesario adaptarse a las condiciones del mercado y a un mundo empresarial cambiante. La multitud de sistemas heredados dificulta a las empresas sanitarias y farmacéuticas el cumplimiento de la normativa fiscal y regulatoria local. El cumplimiento es un asunto clave para la industria farmacéutica y el incumplimiento puede generar miles de millones de dólares en sanciones, auditorías y retiradas de producto. Además, la ausencia de sistemas de RR. HH. y gestión de nóminas estandarizados y globales deja a muchas empresas sin flexibilidad para adaptar sus operaciones en función de las necesidades cambiantes de sus clientes. Este asunto adquiere cada vez más relevancia, a medida que se tienen al alcance nuevos medicamentos y métodos de prestación de asistencia sanitaria.
– Los costes. Los salarios y otras prestaciones a empleados constituyen una gran parte de los costes de explotación de cualquier organización. Pero teniendo en cuenta que los profesionales médicos se encuentran entre los cinco empleos con mayor escasez de profesionales cualificados de la UE — y mundialmente-—reducir los costes laborales directos no es una opción. Y lo mismo ocurre con las compañías farmacéuticas. Las compañías farmacéuticas que fabrican nuevos fármacos deben hacer todo lo que esté en su mano para atraer el escaso talento existente y reducir los costes laborales indirectos, como los relacionados con la administración de RR. HH. y gestión de nóminas.
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