En el actual contexto económico en el que nos encontramos, son numerosas las empresas que, por competitividad y sostenibilidad del negocio, se plantean iniciar una estrategia internacional hacia mercados dinámicos con potencial de crecimiento, como es el caso de Perú.
A día de hoy, son 263 empresas españolas las que operan en Perú, según el registro del Instituto Español de Comercio Exterior(ICEX), aunque el propio organismo asegura que la cifra puede rondar entorno a las 400 empresas. El país andino, con un crecimiento anual en 2013 de un 5.6%, según el Ministerio de Economía y Fianzas del país, y un crecimiento medio anual en la última década de un 6,5%, más que cualquier otro miembro de la Alianza del Pacifico (que incluye México, Chile y Colombia), se perfila como la mejor puerta de entrada del mercado latinoamericano. Asimismo, a esta progresión han contribuido medidas como la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio firmado con la Unión Europea el año pasado, entre otros acuerdos alcanzados en los últimos meses.
Según han explicado hoy los expertos de Employee Mobility Solutions (EMS), Ana Aramburu y Carlos Arroyo en el del IMEX, la mayor feria de comercio internacional, “el crecimiento de Perú está propiciado porque el país cuenta con una ubicación geográfica estratégica, una solidez macroeconómica reconocida internacionalmente, un clima favorable para la inversión, además de una política de integración comercial y sectores con potencial para invertir”.
Sectores maltrechos como la construcción, encuentran en el país andino su “dorado”. “Se necesitan infraestructuras básicas como colegios y centros médicos y queda mucha vivienda digna por hacer”, aseguran los consultores de EMS.
Asimismo, existe ya un desarrollo muy potente en los sectores exportadores tradicionales como minería gas y petróleo así como en el agrario, textil o pesca. Además, en Perú existen oportunidades para los productos siderúrgicos, equipos y maquinarias para la construcción y obras públicas, maquinaria agroalimentaria, envasado y embalaje, electrónica e informática, maquinaria textil, medicamentos, productos químicos, equipamiento de colectividades y equipos y servicios relacionados con la minería, entre otros.
“Las grandes empresas españolas no sólo ya están sólidamente implantadas, sino que están ganado licitaciones y concursos públicos importantes, pero existen muchas oportunidades también para pymes en múltiples sectores. Creemos que, para ello, es necesario contar con el mejor talento que permita aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el país”, asegura Ana Gazarian, CEO de EMS.
Y es que en todo proceso de internacionalización, junto con las fundamentales decisiones económicas que motivan a las empresas a expandir sus negocios en otros mercados, se debe tener en cuenta el factor humano como uno de los aspectos clave del éxito del proceso. “Una adecuada planificación y gestión de la movilidad internacional de empleados puede convertirse en un elemento esencial en cualquier proceso de expansión para una empresa. En este proceso acompañamos a las empresas ayudándolas a solventar las barreras migratorias y fiscales”, explica Gazarian.
Durante la jornada, los expertos de EMS abordaron estos aspectos migratorios, fiscales, así como laborales, clave para garantizar el éxito de la gestión internacional de los recursos humanos y solventaron las cuestiones a una concurrida audiencia interesada en movilizar su negocio al país andino.
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