La Asociación Nacional de Grandes Superficies (Anged), que engloba a empresas como El Corte Inglés, Carrefour o Ikea, y los sindicatos han iniciado ya las conversaciones para la revisión del convenio colectivo de grandes almacenes, que afectará a unos 230.000 trabajadores, con la constitución de la mesa negociadora, compuesta por quince miembros en representación sindical.
Una vez establecido el calendario de negociación, la fecha fijada para el próximo encuentro entre las partes será el próximo 14 de febrero, fecha en la que se abordarán las propuestas, según han informado a Europa Press en fuentes sindicales.
Las negociaciones del nuevo convenio arrancarán con varias exigencias encima sobre la mesa, entre ellas una subida salarial del 3% para las plantillas del sector, con el salario congelado desde 2013, ya que el convenio vigente no contempla subidas ni revisiones salariales.
El pago diferenciado de 50 euros por domingo o festivo y la reducción de la jornada anual en 28 horas, hasta 1.770, son las principales prioridades sindicales para respaldar el nuevo convenio colectivo (2017-2020).
El objetivo es sentar las bases para sustituir el convenio de las grandes superficies firmado a principios de 2013 por otro en un escenario marcado por la recuperación económica, que se tendrá que traducir en la mejora de las condiciones laborales y que tendrá que tener en cuenta además nuevas oportunidades como el ‘e-commerce’.
El convenio colectivo de grandes almacenes se aplica en empresas como El Corte Inglés, Apple Retail, Alcampo, Carrefour, Ikea, Fnac, Media Markt, Cortefiel, Leroy Merlin o Eroski.
En la actualidad, el salario bruto del personal base es de 13.921,11 euros al año, lo que supone un salario por hora de 7,75 euros, al tiempo que el salario bruto del grupo de profesionales es de 14.369,65 euros (7,99 euros por hora).
Otra de las peticiones de los sindicatos, además de la subida salarial y la cláusula de revisión para garantizar el poder adquisitivo, es la disminución de la jornada anual en 28 horas, es decir, la aplicación de la jornada ‘precrisis’ de 1.770 horas.
Junto a esta reducción de la jornada anual, los sindicatos plantearán sobre la mesa la distribución de jornada y horarios con un máximo de jornadas laborales y dos días de descanso semanal, al tiempo que propondrá trabajar sólo, como máximo, entre el 25% y el 33% de los domingos y festivos autorizados de apertura y el crecimiento progresivo de aumento de horas de trabajo a los contratos a tiempo parcial que lo demanden.
El anterior convenio firmado en 2013 contemplaba la congelación de los sueldos hasta 2016, salvo que se registrara una evolución positiva del consumo, y trabajar los domingos y festivos sin compensación, aunque los trabajadores no vieron eliminadas las pagas extras.
En concreto, dicho convenio, que no fue suscrito por CC.OO., UGT, LAB y CIG, únicamente por Fasga y Fetico, señalaba que las tablas salariales permanecerían inalteradas entre 2013 y 2016, sin perjuicio de una retribución adicional en el caso de mejora del consumo.
No obstante, la patronal renunció a la eliminación de las pagas extras y a mantener el nivel de empleo fijo durante toda la vigencia del convenio.
Asimismo, los empleados de los grandes almacenes, que vieron ampliada su jornada anual hasta 1.798 horas, no cobran los domingos y festivos, solamente un complemento personal anual de entre 350 y 500 euros. No obstante, los trabajadores con más de tres días de promedio anual de trabajo a la semana no tienen obligación de prestar servicios más que hasta el 55% de los domingos y festivos autorizados de apertura, siempre y cuando sean superiores a nueve.
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