España sigue siendo un país de pequeñas y medianas empresas. El tan ansiado cambio en el modelo productivo que propugnan algunos líderes está todavía demasiado lejos. Al menos, así lo atestigua el hecho de que, a lo largo del último año, siete de cada diez empleos hayan sido generados por pymes, según el Boletín trimestral de Empleo en las PYMES, publicado por CEPYME y Randstad Research.
Si se descaragn los datos, se podrá observar que el segmento de empresas de entre 10 y 49 trabajadores son las que más empleo han generado, con 139.909 nuevos empleos, el 25% del total, por encima de las medianas empresas de entre 50 y 250 trabajadores, con 106.025 y un 22% del total, y de las microempresas de menos de diez trabajadores con 76.086 empleos, el 14% del total.
No obstante, si se descargan los datos por sectores, se podrá observar que donde más empleo se ha generado ha sido, de nuevo, en las ramas de alimentación, y más concretamente, en los sectores comida y bebida, seguidos del comercio al por mayor e intermediarios del comercio, el comercio minorista y el sector de la construcción, que ha repuntado en los últimos meses de este mismo año.
Evidentemente, de este informe se desprende y se obtiene como conlusión que España sigue siendo una economía terciarizada que depende mucho de empresas con escaso tamaño y demasiado focalizadas en el sector servicios. Esto provoca que la productividad de la economía española siga estancada y sin perspectivas de crecimiento en el corto y medio plazo.
De hecho, el mismo informe se muestra pesimista en cuanto al crecimiento de las empresas, pues se prevé cierta ralentización en las tasas de crecimiento en las tasas de actividad y empleo para el próximo año, que será especialmente notable en empresas de entre 10 y 49 trabajadores.
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