Hay quienes prefieren que todo quede en familia, también en el mundo de los negocios. Este es el origen de las empresas familiares que ya representan el 90% de las sociedades anónimas y limitadas en España, según el último estudio del Instituto de la Empresa Familiar. Sin embargo, solo el 40,5% de sus miembros tienen formación universitaria y un 36,5% ha tenido experiencia profesional fuera de su empresa familiar.
Las cifras son aún más bajas si nos centramos en formación específica para un área dentro de la empresa, por ejemplo, en comunicación. Pocas son las empresas familiares que apuestan por este departamento y forma a algún miembro de la familia a pesar de que el 81% de sus directivos consideran que la comunicación es una herramienta que ayuda a transmitir los valores de la compañía, según datos del informe Los valores y la comunicación en la empresa familiar. Además, esta encuesta revela que el 80% de los participantes admite que una comunicación formal contribuye de forma positiva a la evolución y crecimiento del negocio.
“En general la comunicación corporativa de las empresas familiares se centra muchísimo aún en temas económicos. Esto se debe, en parte, a una falta de planificación y una especialización por parte de quienes gestionan la comunicación de la empresa. La comunicación interna y externa es clave para todos los negocios y más aún si cabe para los familiares ya que tienen el ‘deber’ de transmitir la filosofía y los valores de la familia”, explica Raquel Coba, directora del portal.
‘Ser familiar’ es bueno para la reputación de la empresa y la comunicación, no obstante, precisa de una estrategia diseñada de forma profesional que tenga en cuenta todos los ámbitos. Además, toda empresa debe estar preparada para una situación de crisis. “Actualmente, debido al bajo perfil comunicativo, muchas empresas familiares corren el riesgo de no poder afrontar una crisis”, asegura Coba.
Actualmente el mercado ofrece tanto cursos de formación en comunicación empresarial como otras alternativas para externalizar este departamento. Bajo la supervisión de la familia, agencias especializadas y profesionales de la comunicación pueden desarrollar un buen trabajo poniendo conocimientos, servicios y herramientas a disposición de las necesidades de las empresas familiares. Para ello se crean planes de comunicación y estrategias personalizadas y a medida de cada negocio.
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