Recientes estudios han demostrado que un trabajador feliz aumenta su rendimiento y su productividad, por ello el nuevo modelo de empresa saludable se fundamenta en conseguir la felicidad de sus trabajadores, tal como ha explicado la responsable de Bienestar Emocional en Mahou-San Miguel, Paloma Fuentes, en un evento organizado por la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM).
«Hay estudios que certifican que un trabajador feliz aumenta su rendimiento un 33 por ciento, además de mostrarse dos veces más comprometido, de aumentar un 40 por ciento su potencial y un 30 por ciento el cumplimiento de sus objetivos. También la persona se muestra más sana, y está comprobado que se reducen las bajas en un 90 por ciento de los casos cuando la persona desempeña su función feliz», ha informado Fuentes.
Pero, ¿a qué le llamamos felicidad dentro del entorno de laboral? La doctora Fuentes ha explicado que los espacios de trabajo agradables, limpios y que favorecen la relajación ayudan, «pero eso no es felicidad, porque esta debe nacer de nosotros desde el interior, es un cambio de dentro hacia afuera. La felicidad es la decisión personal más importante de nuestra vida».
A través del Proyecto CRHEA (siglas que significan Conciencia, Resiliencia -capacidad de superar un problema y salir reforzado de él-, Homeostasis -situación en la que el cuerpo funciona adecuadamente, con armonía y equilibrio-, Emociones Ecológicas y Actitud Positiva), se fomenta un nuevo modelo de prevención en el que se ponen en marcha herramientas para mejorar en la organización por un lado, y en la propia persona, «el Yo», por otro, ha explicado Fuentes.
Respecto a la organización, «hay que generar atmósferas positivas; fomentar la confianza sincera que se traduce en excelencia dentro de una empresa; favorecer el sentido del disfrute, el logro y el reconocimiento y el desarrollo personal; además de favorecer la sinceridad, el liderazgo, la participación activa y el apoyo», ha señalado.
La doctora Paloma Fuentes ha afirmado que «trabajar en felicidad es trabajar en salud, ya que un bienestar emocional es positivo para nuestro cuerpo. Desciende la tensión arterial, aumenta la calidad del sueño y la energía, desciende el riesgo de diabetes, el cardiovascular y el sobrepeso, mejora los procesos digestivos y la vida sexual, protege frente a las infecciones y la depresión, y optimiza el proceso de envejecimiento, entre otros».
«Las cualidades que pueden llevarnos a la felicidad son el aprendizaje, el optimismo, la resiliencia, la gratitud, la cooperación, el liderazgo consciente, la capacidad de adaptación, la empatía, la comunicación, la percepción ampliada, la curiosidad, el poder de superación, la compasión, el lenguaje, el coraje y la creatividad. Trabajando estas cualidades de forma personal notaremos el cambio», ha sintetizado Fuentes.
Actitud positiva
El Proyecto CRHEA se ha puesto en marcha en una fábrica de Mahou-San Miguel de Málaga con 280 personas, «en principio con una duración de un año, aunque nuestro objetivo es que no tenga fecha de finalización, sino que se incluya dentro de los valores de la compañía y se vaya llevando a cabo en todas las sedes y en el resto de empresas». Para medir el proyecto, la doctora ha explicado que «llevamos a cabo cuestionarios entre los trabajadores, comprobamos la participación en las actividades que planteamos y estudiamos marcadores somáticos que desencadenan reacciones físicas a los estímulos emocionales», ha explicado Fuentes.
Los comentarios están cerrados.