Algo pasa con Twitter. En las últimas horas, nada menos que cinco de los más altos responsables de la compañía han presentado su dimisión en bloque, por motivos que todavía no están demasiado claros pero que apuntan a una clara división en el consejo de administración acerca del rumbo que debe tomar la empresa en los próximos meses.
El propio consejero delegado de la red social, Jack Dorsey, confirmaba lo que antes eran rumores al admitir: «Me entristece anunciar que Alex Roetter, Skip Schipper, Katie Stanton y Kevin Weil optaron por abandonar la compañía».
Todos ellos eran hasta ahora vicepresidentes de un consejo de administración compuesto por ocho miembros y su presidente, Dorsey, por lo que no es impreciso afirmar que la mitad de la cúpula del servicio de microblogging ha abandonado el barco.
Sus cargos no eran precisamente decorativos: Alex Roetter se encargaba de la ingeniería en una de los servicios web más complejos del mundo, mientras que Kevin Weil se encargaba de definir los productos. Junto a ellos estaba Skip Schipper, responsable de los recursos humanos, y Katie Stanton, responsable de la dirección de comunicación.
Junto a esos cuatro altísimos responsables está Jason Toff, el más alto encargado de la introducción de vídeo en la red social -procedía de la aplicación Vine- y que ha confirmado ya que se integrará en Google.
La salida de este personal se produce conforme se incrementa la presión por parte de los inversores para que la compañía consolide su senda hacia la rentabilidad, y sea más agresiva en sus acciones defensivas frente a competidores como Snapchat o, especialmente, Facebook.
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