Randstad, empresa líder en soluciones de recursos humanos en España, presentó ayer Randstad Research, su nuevo centro de estudios y análisis del mercado laboral que “nace de explorar otros ámbitos de responsabilidad”, según Rodrigo Martín, presidente ejecutivo de Randstad en España. “Randstad Research debe cubrir un vacío existente en el mercado laboral español”.
El lanzamiento de esta nueva área de Randstad, que dirige Valentín Bote, ha venido acompañado de la presentación del primer informe propio, un análisis detallado de diversos aspectos del mercado laboral que permite extraer varias recomendaciones para dinamizar la generación de empleo.
En este sentido, Randstad Research detecta que con una mayor colaboración público-privada el mercado de trabajo nacional se dinamizaría y la intermediación de los servicios públicos de empleo sería más efectiva. Para ello, ha comparado la situación española con la de otros países con estrategias más avanzadas en estos campos, como es el caso de Reino Unido.
“El buen comportamiento del mercado de trabajo durante los últimos seis trimestres no oculta la existencia de una serie de problemas estructurales que lastran las posibilidades de alcanzar un crecimiento sostenido del empleo a largo plazo”, explica Valentín Bote, director de Randstad Research.
En concreto, el director de Randstad Research ha hecho referencia a cinco aspectos: los desajustes formativos entre oferta y demanda de trabajo; el excesivo crecimiento del empleo en el sector público, que lastra el crecimiento del sector privado; unos niveles inaceptables de paro de larga duración, a raíz de la falta de intermediación profesionalizada; y una elevada temporalidad no gestionada de manera adecuada.
Aplicar políticas de recualificación para los profesionales desempleados
El primer punto que analiza el informe de Randstad Research tiene relación directa con la cualificación de los profesionales en España. En este sentido, diversas estimaciones de organismos internacionales apuntan a que en los próximos diez años el 75% de las oportunidades laborales que surgirán en España corresponderán a perfiles de cualificación elevada. Sin embargo, sólo una tercera parte de los desempleados españoles cumplen con estos requisitos formativos.
El tejido productivo nacional generará un volumen importante de oportunidades laborales, pero será incapaz de satisfacer esta necesidad con los desempleados actuales por la fractura entre la formación con la que cuentan y las necesidades empresariales. Es necesario, en este punto, que se apliquen políticas de recualificación profesional de los desempleados para poder enfrentarse a las futuras necesidades.
Formación profesional y reformas en el ámbito educativo, clave para los jóvenes
La cualificación de los profesionales está directamente relacionada con el segundo aspecto, que se centra en el empleo juvenil. En este caso, Randstad Research revela que los jóvenes han sido los más perjudicados por la destrucción de empleo en España. Desde finales de 2007, el número de ocupados menores de 25 años en España ha descendido en casi 3,4 millones, mientras que el empleo creció en 721.000 ocupados entre los mayores de esta edad.
Para Bote, “la solución a este problema combina el ámbito educativo con unas políticas de empleo realistas que evalúen las oportunidades laborales de los jóvenes sin formación, y que dejen de lado las actuaciones más amables y estéticas. Debemos centrar los esfuerzos en otras políticas más efectivas, como la formación profesional”.
El sector público, generador de temporalidad
El empleo en el sector público tiene varias particularidades: en primer lugar, no siguió la misma tendencia que en el ámbito privado en los años de crisis más pronunciada, ya que entre 2008 y 2011 este tipo de empleo creció en 280.000 personas, algo que no produjo un incremento en los servicios públicos prestados a los ciudadanos. “Ahora, vemos que el empleo público ha vuelto a crecer, tras unos años en los que se revirtió la evolución ascendente”, afirma Bote. “En los últimos seis trimestres se ha incrementado en casi 80.000 personas, volviendo a rozar la cifra de los 3 millones de empleados públicos, el nivel previo al inicio de la crisis”.
Llama la atención que la totalidad del empleo público creado desde principios de 2014 ha sido de naturaleza temporal. Las Administraciones Públicas aparecen como una de las ramas de actividad más generadoras de temporalidad en los últimos 18 meses, al haber concentrado más del 11% de todos los asalariados temporales. Sin embargo, “resulta preocupante que la gestión de estas contrataciones temporales se realice al margen de entidades profesionales y especializadas en esta materia, más aún cuando los ciudadanos están reclamando eficiencia y transparencia a las Administraciones Públicas”, reflexiona Bote.
Reformas normativas para erradicar la falsa temporalidad
Además del sector público, la temporalidad también tiene un gran alcance en el sector privado. De hecho, España es el segundo país de Europa con mayor tasa de temporalidad, con un 26%, sólo superado por Polonia. Sin embargo, la tasa de penetración de las empresas de trabajo temporal en el mercado laboral español es de las más bajas de Europa, en torno a una cuarta parte de la media europea.
Esto supone que los profesionales de la gestión de la temporalidad no están siendo responsables de la gran bolsa de temporalidad que existe en España. Según el director de Randstad Research, “son necesarias reformas normativas urgentes orientadas a penalizar y erradicar la falsa temporalidad, que faciliten la flexibilidad externa de las empresas para adoptar medidas alternativas de contratación temporal gestionadas por profesionales”. El empleo temporal a través de empresas especializadas aumenta la seguridad física y jurídica de los trabajadores, y aporta formación a los mismos, además de reducir la economía sumergida en el mercado de trabajo. Asimismo, según el análisis de Randstad Research, los países con mayores tasas de penetración de Empresas de Trabajo Temporal son aquellos con menores índices de desempleo.
Colaboración privada en los servicios de empleo para mejorar la intermediación
A pesar de haber bajado de los cinco millones de desempleados, según los últimos datos publicados por el INE correspondientes al tercer trimestre de 2015, las prioridades políticas de cara a la nueva legislatura deben pasar por articular un servicio de intermediación laboral eficiente, más aún con la preocupante tasa de desempleados de larga duración.
La principal consecuencia de la deficiente intermediación de los servicios públicos de empleo ha sido precisamente el aumento de este colectivo de desempleados durante más de 12 meses. La mejora de la intermediación en el ámbito de las oficinas públicas es una necesidad imperiosa, pero no es realista pensar que es la solución al problema de la intermediación laboral en España.
“Es imposible prescindir de la colaboración del sector privado en materia de intermediación, como sucede en países con políticas laborales más avanzadas, debido al redimensionamiento que requieren los servicios públicos y al tiempo que se necesitaría”, justifica Valentín Bote. Para ello, es necesario un nuevo marco de colaboración en el que se asigne a las políticas de colaboración el papel de preeminencia dentro de las políticas activas de empleo, con un mecanismo que cree condiciones de mercado para el desarrollo de la intermediación privada.
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