La mediación como canal de resolución de conflictos puede constituir una buena alternativa para encauzar los problemas dentro de la empresa familiar y facilitar su continuidad en el tiempo, opinan los expertos en mediación reunidos por la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM) y el Centro de Mediación Empresarial de Madrid (CMEM) de la Cámara de Madrid en una jornada a la que ha asistido más de medio centenar de empresarios y directivos de empresa. Precisamente, el hecho de que en las empresas familiares tenga un gran peso el componente emocional y relacional, les hace más vulnerables a tensiones que pueden llegar a condicionar las decisiones empresariales si antes no se han establecido las reglas para dirimir las diferencias desde los respectivos órganos de gobierno.
Como señaló la presidenta de ADEFAM, Inés Juste, “todos sabemos que los conflictos forman parte intrínseca en las relaciones individuales e institucionales, que tarde o temprano terminan por aparecer, y que nuestra obligación como gestores, directivos o responsables empresariales es resolverlos con la mayor rapidez y con el menor quebranto posible en términos económicos, humanos y de confianza para la empresa que representamos”.
Según subrayó Antonio Sánchez-Pedreño, presidente del Centro de Mediación Empresarial de Madrid (CMEM), institución de mediación dependiente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid, “la mediación es la mejor inversión que se puede realizar para resolver una disputa, pues, por un coste muy bajo, se puede llegar a resolver las dificultades que surgen entre las partes”.
Ahorro del 78% para las empresas
Según datos procedentes del Banco Mundial y del Parlamento Europeo, facilitados por Manuel López-Medel, secretario general de la Cámara de Madrid, así como del propio CMEM, el coste de los procedimientos de mediación supone para las empresas un 78% de ahorro en comparación con los procesos judiciales (más de 8.000 euros de media de éstos últimos, frente a unos 1.800 euros que supone la mediación). Y a todo ello se une un plazo extraordinariamente menor a la hora de alcanzar un acuerdo. Se estima que el plazo medio de los procedimientos judiciales en España es de 500 días, frente a sólo 50 de la mediación. A pesar de todas estas ventajas, la mediación sólo representa el 1% de todos los procedimientos que se siguen en Europa.
Antonio Montejo, letrado del CMEM, subrayó como principales ventajas de la mediación su flexibilidad, en la medida en que las partes no renuncian a acudir a otra vía para dirimir sus disputas; la confidencialidad del procedimiento, y la garantía de contar con un mediador idóneo en función de la naturaleza del conflicto o del sector en el que opere la empresa. Asimismo, recomendó a los empresarios introducir dentro de sus contratos la cláusula de mediación propuesta por el CMEM, de tal manera que las partes acepten someterse a este procedimiento con carácter previo a la disputa, o bien, la cláusula de mediación y arbitraje, que puede ser una fórmula idónea cuando fracasa la mediación y las partes se obligan a acudir a un arbitraje, renunciando de esta forma a la vía judicial.
Prevención y reglamentación
Los expertos en mediación Maria Luisa Sanz y Jorge Miralles, socios de Acordia Mediación, recomendaron a las familias empresarias que prevean los canales de resolución de conflictos dentro de sus propias organizaciones para evitar que muchos de ellos surjan o escalen tanto en el ámbito de la familia como en el de la empresa. Para ello, señalaron la importancia de elaborar por las familias empresarias las correspondientes reglamentaciones, debiendo ser aceptadas por todos los miembros familiares. En este sentido, Maria Luisa Sanz, al exponer un caso práctico de conflicto en una familia empresaria, hizo ver cómo la ausencia de reglas de juego y de una comunicación eficaz en el seno de las empresas familiares, y especialmente entre los miembros de la familia propietaria, puede llevar a enconar posiciones y a resultados no deseados tanto para la familia como para la empresa, tales como rupturas, desgastes emocionales o problemas económicos, que pueden poner en peligro la continuidad de estas instituciones. “Hay que anticiparse a las situaciones de bloqueo que pueden producirse en la empresa familiar, pues no podemos olvidar que estas organizaciones tienen un componente emocional muy importante que puede llegar a afectar la toma de decisiones empresariales”, señaló Jorge Miralles.
Miralles insistió también en las ventajas de la prevención a la hora de gestionar los conflictos, mediante la introducción de mecanismos de resolución, como las cláusulas de remisión a la mediación en los contratos y los protocolos familiares, y la implantación de planes de formación en herramientas para resolver las disputas que se puedan producir. Ahora bien, “se trata de reglas de comportamiento que deben ser consensuadas por todas las partes dentro de la empresa familiar”, matizó.
Sobre el papel de los mediadores profesionales en la resolución de conflictos, aseguró que realizan una labor muy importante de acompañamiento, que resulta clave a la hora de diagnosticar el problema, crear un ámbito de confianza entre las partes, identificar los valores e intereses que les unen para llegar a una resolución de conflicto y conseguir que los actores interioricen que son los principales protagonistas del cambio.
Miralles afirmó que la conflictividad tiene un coste muy importante para la empresa, “aunque no se identifique en el balance con un apunte contable” y es analizada por los inversores a la hora de identificar las oportunidades de inversión. “La mediación aporta el valor añadido de reducir la litigiosidad e incrementar la cotización de la empresa”, concluyó.
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