La finlandesa Rovio, creadora del popular juego de Angry Birds tiene previsto recortar su plantilla en un 37%, unos 260 empleados. Estos despidos se unen a los que llevo a cabo a finales del año pasado. La firma ha anunciado que prevé un descenso de sus ingresos este año y prefiere centrarse en su negocio principal.
Rovio no ha sacado más juegos de éxito desde el lanzamiento en 2009 de Angry Birds, la aplicación más vendida en la historia de los móviles. No obstante, ha intentado sacar provecho de esta marca vendiendo la licencia para su uso en una amplia gama de productos de consumo.
La empresa también confía en el resultado de la película Angry Birds 3D, que se estrenará en mayo de 2016 y que la compañía cree que le reportará nuevos acuerdos de licencias.
La empresa indicó que la facturación había sido inferior a lo previsto este año y espera un crecimiento nulo de las ventas y un descenso de los beneficios en el conjunto del año.
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