En el momento mas delicado de la negociación entre Grecia y sus acreedores, el gobierno griego ha vuelto a abrir el ente radiotelevisivo ERT a los dos años de su cierre por el anterior gobierno de coalición entre conservadores y socialistas. El cierre entonces fue efectuado de forma repentina, y se justificó por su alto coste. La reapertura fue una de las grandes promesas preelectorales del primer ministro Alexis Tsípras.
A las seis de esta mañana se cambiaron los símbolos de la televisión y se escuchó el Himno nacional y al mismo tiempo todos los canales radiofónicos (Ert 1, 2 y 3, Era deportes, canal de música Cosmos y la Voz de Grecia para los griegos del extranjero).
La primera invitada al espacio informativo del primer canal televisivo fue la presidenta del Parlamento, Zoí Konstandopulu, que declaró que sentía “ una emoción inefable y un optimismo inquebrantable ya que (la reapertura del ente) es una parte de la destrucción total de un régimen negro que durante años ensombreció a nuestro país, (representa) la destrucción del tratamiento antidemocrático de la sociedad y del pueblo y de la propia democracia”. La palabra negro se refiere al apagón del ente, que dejó la pantalla en negro.
No se conocen los detalles de la contratación de los empleados del ente hasta ahora, ya que todos (aproximadamente 2.500 empleados incluyendo a 600 periodistas) habían sido despedidos e indemnizados y unos 600 contratados de nuevo en la radiotelevisión NERIT. El resto tuvo peor suerte: la mayoría se encontraba en el paro salvo quienes consiguieron prejubilarse. Desde el cierre oficial el 11 de Junio del 2013 hasta el 7 de noviembre del mismo año un grupo de trabajadores seguía emitiendo programas desde el edificio cenetral del ente hasta que fue completamente vaciado por las fuerzas antidisturbios.
Se calcula que trabajarán ahora en el ente unos 2.300 empleados y según la ley que aprobaron los radicales y el partido nacionalista Griegos Independientes que forma su gobierno este mes de abril costará un máximo de 60 millones de euros anuales (frente a los mas de 300 millones que costaba antes de su cierre).
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