Valorar económicamente una startup es el proceso más difícil al que se tienen que enfrentar emprendedores e inversores. En este sentido Ad&Law, expertos en asesoramiento financiero, fiscal y legal, recuerdan que “es muy complicado determinar el valor de una empresa ya que para ello es necesario evaluar la compañía en su conjunto, poniendo especial interés en el equipo, la idea, la escalabilidad y los hitos conseguidos”.
No obstante, calcular el valor de una startup no es imposible. “A grandes rasgos, el valor económico de una startup, lo determina el porcentaje que están dispuestos a ceder los fundadores para conseguir el dinero necesario que les permita crecer lo suficiente y alcanzar la siguiente ronda de financiación o el break-even”, concluyen desde Ad&Law.
El equipo de expertos de Ad&Law recomienda a los inversores que tengan en cuenta que “de manera general, el CEO o el equipo fundador de la startup deben mantener el control del proyecto por lo que, como mucho, deberían ceder entre un 10% y un 20% en las primeras rondas”. Un ejemplo sería la startup aBoatTime que en su primera ronda de financiación logró 120.000 euros entre 4 personas, incluyendo su fundador. “El reparto aproximado de aportaciones fue alrededor de un 85% fundador y 15% el resto de inversores”, afirma Álvaro Pérez, CEO de la compañía.
En estas primeras fases de financiación lo más habitual es que los inversores soliciten a cambio de su participación entre un 5% y un 20% del valor de la empresa, un dato que ya permite al emprendedor hacerse una idea sobre en cuánto está valorada su startup. Sin embargo, Ad&Law recuerda que “esa valoración sólo muestra el potencial del negocio”. Si los emprendedores no llevan a cabo un plan de negocio, justificando la inversión que pretenden y haciendo una valoración responsable del proyecto se puede caer en el fracaso al tener demasiadas expectativas de alcanzar el éxito sin tener definido un buen plan de ejecución.
Criterios para invertir
Capitana Venture Partners (CVP), empresa con experiencia en invertir en startups en fase semilla y expansión, señala que los criterios a la hora de valorar una startup son “que el producto tecnológico o servicio sea innovador en un sector no tecnológico, que tenga un elevado potencial de crecimiento y que su mercado objetivo sea relevante”. Además, Juan Filiberto Martínez, CEO de CVP afirma que “la fase en la que se encuentra el proyecto, ‘seniority’ del equipo gestor y las métricas de la evolución actual del negocio son otros elementos fundamentales para valorar una empresa”.
En España el número de inversores ha crecido en los últimos años y la tendencia es a financiar proyectos relacionados con Tecnologías de Información y Comunicación (como internet, fintech o ciberseguridad) en detrimento de otros sectores como la Biotecnología o las Tecnologías de generación de energía limpia y eficiencia energética (‘Cleantech’).
Tanto desde Ad&Law como desde CVP consideran que “el reto para los próximos años será, por un lado, encontrar financiación para aquellos proyectos que han logrado crecer con éxito, pero que no entran todavía dentro de los parámetros habituales de financiación del sector bancario, y por otro, incentivar la transferencia tecnológica y de conocimiento de los centros de investigación y universidades españolas a las empresas”.
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