El Banco de España asegura que los convenios colectivos de empresa, que impulsó la reforma laboral, favorecen la ganancia de productividad frente a los sectoriales, en tanto que aportan más margen de adaptación a las condiciones cambiantes de la economía.
En el Boletín Económico correspondiente al mes de mayo, la entidad dirigida por Luis María Linde explica que la mejora de la productividad laboral de las empresas está relacionada, como se ha demostrado durante la crisis, con la desaparición de los puestos de trabajo menos productivos o el aumento de la productividad en los empleos que se mantienen.
En este segundo punto, el Banco de España señala que, o bien al reducirse el número de trabajadores en una empresa, los que permanecen cuenta con una mayor dotación del resto de factores de producción, en particular de capital y bienes de equipo, o son reasignados a tareas más productivas dentro de cada empresa.
Así, a la vista de que la tasa de crecimiento de la productividad fue negativa durante la crisis para volver a positivo desde 2012, el banco emisor señala que ello se debe a que la proporción de trabajadores temporales, los primeros en ser despedidos, «ha estado negativamente correlacionada con el crecimiento de la productividad durante el periodo correlacionado».
Además, precisa que «las empresas sujetas a un convenio colectivo de empresa «muestran un mayor nivel de productividad que las empresas sujetas a un convenio sectorial». En tercer lugar, ser una empresa importadora y/o exportadora está correlacionado positivamente con la productividad.
Por último, el Banco de España apunta también a una correlación negativa entre la presión financiera que soporta una empresa –mayor nivel de endeudamiento y mayor peso relativo de la deuda a corto plazo– y su productividad.
Así pues, el banco emisor recalca la relación existente entre este indicador y algunos de los márgenes de ajuste con los que cuentan las empresas para adaptarse a condiciones económicas cambiantes, a lo que añade que «con respecto a uno de los márgenes que ha recibido notable atención en las recientes reformas laborales, el de la negociación colectiva, se observa que las empresas con convenios a nivel de empresa tienden a mostrar un mejor desempeño de la productividad que las empresas con convenios de tipo sectorial».
Sostener la tasa de actividad para poder pagar las pensiones
Por otro lado, el Banco de España también analiza los condicionantes de la tasa de actividad, que ha mostrado una estabilidad desde el inicio de la crisis, en contraposición con periodos recesivos previos.
Según explica, esta menor sensibilidad cíclica de la tasa de actividad podría justificarse por aspectos como la entrada de miembros adicionales del hogar (hijos, amas de casa,…) al mercado de trabajo para sostener la renta familiar en respuesta al aumento del desempleo.
«Además, las sucesivas reformas del sistema de pensiones también habrían favorecido la permanencia en la fuerza laboral de los grupos demográficos de mayor edad», añade el Banco de España.
Si bien, más allá del comportamiento cíclico, el Boletín precisa que hay toda una serie de factores institucionales que afectan a la tasa de actividad, como son el nivel educativo medio, el salario mínimo y el sistema de prestaciones por desempleo.
En este sentido, el Banco de España señala que, en un contexto demográfico de envejecimiento poblacional, como el que se proyecta para la economía española en el futuro, «resulta importante un diseño adecuado de estos esquemas institucionales con el objetivo de mantener tasas de actividad elevadas, que puedan contrarrestar, al menos parcialmente, la esperada reducción de la población en edad de trabajar».
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