Muchos emprendedores españoles se han trasladado a Senegal para buscar nuevas oportunidades de negocio, forzados por la crisis que azota España pero también motivados por las garantías y la seguridad de las inversiones en este país, uno de los más estables de África Subsahariana.
«Viene bastante gente, pero pocos se quedan», explica Rafael Rodríguez, presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Senegal (AEES), creada hace dos años y que agrupa a unos 50 miembros, algunos de los cuales llevan más de tres décadas en Senegal.
Según datos de la AEES, entre 2008 y 2014 más de 400 españoles viajaron a Senegal por motivos económicos y comerciales, aunque solo el 10% de ellos pudo iniciar sus negocios en este «país de oportunidades donde todavía queda mucho por hacer».
Entre estos españoles que consiguieron quedarse se encuentra Antonio Montes, un sevillano de 42 años que llegó en 2011 para montar una empresa de venta de coches de segunda mano en el barrio de Ouest Foire, a las afueras de Dakar.
«La venta de treinta vehículos a un cliente senegalés me animó a trasladarme a aquí», comenta Montes, aunque reconoce que la crisis en España fue esencial a la hora de tomar esta decisión.
Mercado emergente
En palabras del presidente de la AEES, «Senegal tiene un mercado emergente y ofrece muchas oportunidades, pero para aprovecharlo hace falta tener dos cualidades: paciencia y perseverancia».
«El empresario que llega aquí pensando que va a ganar rápidamente dinero se equivoca», advierte Rodríguez, que lleva más de veinte años en Senegal, donde ha logrado posicionar su empresa a la cabeza del sector turístico del país.
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