Un 77,2% de las empresas en concurso de acreedores en 2013 no podría pagar la totalidad de sus deudas en menos de 25 años aunque dedicarán todos sus recursos, según el ‘Anuario de la Estadística Concursal 2013 del Colegio de Registradores’.
Un año antes el 73,2% de las empresas en concurso se encontraba en esta circunstancia lo que para los registradores demuestra «un empeoramiento de la situación financiera en que acceden al concurso las empresas».
Otro dato que pone en evidencia este empeoramiento es que de las empresas concursadas en 2013 sólo un 5,86% proyectaba condiciones financieras suficientes como para alcanzar un convenio dentro de los límites generalmente marcados por la Ley Concursal –50% de quita y 5 años de espera–, frente al 10,59% de 2012.
Según el perfil de la empresa concursada que dibuja el anuario, el promedio del pasivo por empresa concursada fue de 5,5 millones de euros, por debajo de los seis millones de euros de un año antes.
Al mismo tiempo, estas empresas tenían de media ocho empleados, mientras que el porcentaje de empresas que contrató a más de 50 personas fue del 2,4%, muy por debajo del 8,5% observado en 2011 y 2012.
Atendiendo a la edad de la empresa, el 44% de las sociedades que entraron en concurso tenían una antigüedad de entre 5 y 15 años. Por sectores de actividad, el 43,7% eran empresas de servicios; el 41,5%, de la construcción y el 14,8% de la industria.
En este punto, el anuario precisa que los pasivos acumulados en la construcción supusieron el 50,5% del total en 2013, cerca de lo observado en años anteriores (49,8% en 2012) y muy lejos de las cifras de 2008, que alcanzaron el 81%.
Además, uno de cada cuatro trabajadores afectados por situaciones concursales provino del ‘ladrillo’ el pasado año, por debajo de lo observado en años anteriores.
LA MAYORÍA DE LOS CONCURSOS ACABAN EN LIQUIDACIÓN
Por otro lado, la gran mayoría de los concursos tienen como destino la liquidación, que suma el 94% del total de las fases sucesivas iniciadas en 2013.
En relación con las expectativas de cobro de los acreedores ordinarios, los compromisos acordados con el deudor se situaron de media en el 47,3% del valor nominal de las deudas, «sin que se aprecie especial vinculación de la calidad financiera de la empresa (apalancamiento o ratios de solvencia más o menos favorables) con la calidad de los pactos de pago establecidos», puntualizan los registradores.
DE 11 A 22 MESES DE DURACIÓN
Por otro lado, el 95,8% de los concursos tuvo carácter voluntario, ratificándose la escasa proporción de concursos necesarios registrada en los cinco ejercicios anteriores.
En cuanto a la duración de la fase común de los concursos en 2013, aquellos con pasivo estimado por debajo del millón de euros (tramitados por vía abreviada) tuvieron una duración media de 11,5 meses, mientras que los concursos con pasivo superior a los 10 millones (con tramitación ordinaria) registraron una duración media de 22,5 meses, uno siete meses más que en 2012.
Finalizada la fase común y hasta la conclusión del concurso, las fases de liquidación consumieron 19,6 y 20,3 meses, respectivamente.
Sobre los acuerdos de refinanciación, más de 27.000 millones de euros de pasivos se vieron afectados por este mecanismo que persigue evitar la entrada en concurso. La mayor parte de los acuerdos afectaron a personas jurídicas del sector servicios no inmobiliarios (38,5%); un 34,2%, a la industria no vinculada a la construcción y un 17,3% adicional, a la construcción.
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