Representan el eslabón entre la Generación Z y los Millennials, y, por su naturaleza, combinan características de ambas. Son los Zillennials, nacidos entre el final de la década de 1990 y principios de los 2000. Todos ellos son nativos digitales y están totalmente adaptados al uso de las tecnologías. En España suman cerca de 2,5 millones de personas, alrededor del 5,2% de la población, y es la generación que verdaderamente ha impulsado grandes cambios en el mercado laboral.
Pero, ¿cómo son exactamente estos perfiles en el mundo laboral? “Los Zillennials tienen muy en cuenta la conciliación y valoran muy positivamente encontrar un equilibrio entre la vida profesional y la laboral. Además, prestan especial atención a cuestiones de interés social como, por ejemplo, la apuesta por la diversidad y la inclusión en el entorno laboral. Por eso, desde Hays hemos visto como los Zillennials se han convertido en los principales impulsores de la transformación de los modelos de trabajo, ya que son los primeros en defender que cuestiones como el bienestar y la salud mental deben ser una prioridad en todo tipo de compañías”, argumenta Óscar Cebollero, director de Perm Recruitment de Hays en el Norte, Este y Sur de España.
Se trata de un talento que no resulta fácil de atraer y conservar, si no se adaptan las reglas del juego a los nuevos paradigmas. En primer lugar, es imprescindible que desde las empresas se les ofrezca un entorno laboral flexible en el que el bienestar y el cuidado del empleado sea una propuesta de valor real. Pero no se trata sólo de sus ventajas personales, los Zillennials buscan integrarse en compañías que tengan un propósito y unos valores con los que se sientan identificados. “Prefieren claramente unirse a organizaciones que trabajan de una forma ética y socialmente responsable y que tienen una propuesta de valor clara y real. Esa puede constituir una diferencia crucial a la hora de decantarse hacia una u otra oferta”, explica Cebollero.
A la vez, se trata de un perfil exigente, “que busca un proyecto sólido en el que se les ofrezcan oportunidades de desarrollo profesional. Para ello, es imprescindible ofrecer un plan de carrera realista que motive al profesional, especialmente ahora que su incorporación al mercado laboral es muy reciente. Estos jóvenes valoran muy positivamente que sus superiores tengan tiempo para dedicarles a través de sesiones como tutorías o mentorías. Demandan atención y no soportan ser un número más”.
La otra gran característica de estos nacidos entre siglos es su naturaleza digital. “Este aspecto convierte la apuesta por la tecnología en un imprescindible para atraer talento Zillennial, que la mayoría busca formar parte de proyectos en los que la tecnología se entienda como un aliado que permite progresar y optimizar procesos con el objetivo de mejorar como compañía”, añade el experto.
El envejecimiento del mercado laboral
La transformación demográfica que nuestra sociedad está experimentado en forma de pirámide generacional invertida también se está viviendo en el ámbito laboral, en forma de una creciente representación del colectivo sénior. Un escenario que plantea desafíos en un momento de cambio para la economía y las empresas, hacia nuevos paradigmas.
“Una de las cuestiones que más preocupa son las habilidades tecnológicas de estos profesionales, ya que es evidente la diferencia que tienen con los nativos digitales en el uso de las herramientas digitales. Pero no se puede negar que, al mismo tiempo, esta convivencia de ambas generaciones también presenta grandes oportunidades, por ejemplo en términos de intercambio y la transmisión tanto de valores como de conocimientos. Por esta razón, hay que trabajar en la integración de ambos talentos en las compañías”, razona Fernando Calvo, director de People&Culture de Hays en el Sur de Europa.
A grandes rasgos, los perfiles sénior son profesionales más comprometidos, disciplinados y atesoran una evidente mayor experiencia con respecto a los perfiles más jóvenes. Esta experiencia se traduce en lo que suelen ser profesionales más resolutivos y más capacitados para manejar situaciones de estrés. “Sin embargo, tras una larga temporada en el mercado laboral, suelen tener más dificultades para adaptarse a los cambios y adoptar nuevas metodologías”, comenta.
Por su parte, los jóvenes, enbcabezados por los Zillennials, destacan por su agilidad en el manejo de nuevas tecnologías, su predisposición a los cambios y por su elevado nivel de formación. “Aún así, su principal diferencia con el colectivo sénior recae en cuestiones como la preocupación por el bienestar y la salud mental o la firme defensa por la instauración de políticas de conciliación y flexibilidad. Un aporte muy importante del que creo que se pueden beneficiar sus compañeros de más edad”, explica Calvo, quien añade que: “por este motivo, en Hays creemos que es importante armonizar generaciones en el entorno laboral, poniendo en valor todo aquello en lo que se complementan y que enriquece”.
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