Tras más de un año de incertidumbres y reflexiones sobre los nuevos modelos de trabajo que se han ido asentando a causa de la pandemia, las empresas y los profesionales empiezan a sopesar una vuelta a la oficina que parece estar más cada vez más cerca. De acuerdo con los resultados de la última oleada del Índice de Confianza del Trabajador de LinkedIn, la red social profesional más grande del mundo, son los Millennials (58%) los que vislumbran este nuevo escenario como una oportunidad idónea de seguir desarrollándose como profesionales. Más de la mitad de los abanderados de la Generación Z, en cambio, no consideran la presencialidad un factor relevante para seguir avanzando en su carrera, asegurando haber encontrado en el trabajo remoto diferentes formas de enriquecerse profesionalmente.
A pesar de que la pandemia y su consecuente falta de oportunidades laborales ha mermado la confianza para 4 de cada 10 profesionales españoles, el índice de confianza alcanzó en julio una media de 37 puntos, mostrando un ligero aumento y manteniéndose estable en comparación con el mismo periodo del año anterior. Entre las principales razones para justificar este equilibrio se encuentran la confianza de los trabajadores en su formación y su trayectoria, siendo las principales palancas de futuro para más del 70 % de ellos. En este sentido, para continuar progresando en su experiencia profesional -y, en consecuencia, aumentar su confianza-, las perspectivas de una vuelta a la oficina resultan una motivación clave. Además, conforme aumenta la edad de los trabajadores, más atención prestan al puesto de trabajo como elemento de sociabilización y colaboración para promover la efectividad en los proyectos, una realidad que ha perdido parte de su esencia al trasladarse a las pantallas.
Sin embargo, la red social profesional ha podido descubrir que son aquellos profesionales más jóvenes que se encuentran iniciando su andadura laboral los que están menos motivados con el retorno a la presencialidad. De esta manera, la Generación Z no valora las posibles mejoras que lleva consigo el trabajo en la oficina con la misma seguridad que sus predecesores, demostrando que han encontrado en los nuevos modelos otras formas de sociabilizar y avanzar en su carrera. No obstante, para el 58% de ellos, la oficina representa la posibilidad de eliminar las distracciones que surgen con el teletrabajo como un factor decisivo, en comparación con los Baby Boomers, por ejemplo, que lo catalogan como el menos relevante. Por otro lado, esta investigación de LinkedIn ha señalado que, a pesar de ser el grupo de edad con menor riesgo de COVID-19, se posicionan como los más preocupados a la hora de sopesar que las reuniones en la misma sala les frenaría a decantarse por un trabajo presencial, un sentimiento representado por casi la mitad de ellos.
Con todo ello, el 62% de los trabajadores españoles ya ha sido informado de que el retorno a la oficina se producirá en los próximos seis meses. Además, menos de un tercio han recibido indicaciones de que podrán trabajar desde casa a largo plazo y/o les han ofrecido opciones híbridas y flexibles. De esta manera, en los próximos meses se abren de nuevo las incertidumbres y también las esperanzas para más de la mitad de los españoles que han reconocido confiar en que gracias a esta nueva etapa esperan alcanzar un aumento de su nivel de ingresos o estar más cerca de sus posibilidades de promoción.
Los comentarios están cerrados.