Saber si tus empleados están motivados es una tarea necesaria para poder seguir avanzando.
La primera pregunta debe ser la siguiente: ¿Les das motivos para que lo estén? Uno no puede pretender que los niveles de motivación estén por las nubes así porque sí. La motivación es un gran intangible pero se deben encontrar medidores para saber identificar cómo está la plantilla. Uno debe mirarse al espejo y ver si realmente está siendo capaz de motivar adecuadamente a sus empleados, ya sea como responsable de un equipo, como jefe de un área o como director de una división.
Intentando obtener algún tipo de feedback, cierta respuesta por parte de tus empleados, podrás localizar más fácilmente los fallos en la comunicación, en las compensaciones, en los horarios o en la carga de trabajo que están minando la moral de tu equipo.
Como decíamos, la motivación es una cuestión muy difícil de medir, algo abstracto que te va a acompañar independientemente de las dimensiones que vaya teniendo tu negocio. Sin embargo,un buen jefe siempre debe estar abierto a propuestas, opiniones, quejas y sugerencias para poder detectar qué le preocupa a su plantilla. Desde el buzón de sugerencias al lado de la cafetera hasta reuniones individuales con los miembros de la empresa: todo vale a la hora de ver cómo marchan las cosas y cómo se puede seguir motivando a un equipo humano que te lo puede dar y quitar todo.
Pero no todo son papelitos o mails. El feedback intangible también se debe observar: las reacciones, los comentarios o el interés mostrado son indicadores de por dónde están yendo los tiros. No te decimos que a partir de ahora pinches los teléfonos móvil de tus empleados, pero sí que deberías estar atento a su comportamiento, a su ánimo. Los gestos, los aplausos, los cuchicheos o las sonrisas dicen mucho y deben ser escuchados. Saca conclusiones para aprender a ‘leer’ a tus empleados.
A su vez, no debemos olvidar que quizá la principal arma que uno tiene para conocer el nivel de motivación que existe es la cuenta de resultados. ¿A qué nos referimos? Bien, los resultados del negocio pueden ser el perfecto indicador de que la gente está contenta. Puede ser que la empresa vaya como un tiro y la gente no aguante un día más, pero por lo general el resultado económico de la empresa puede motivar a un equipo. En los equipos ganadores hay jugadores ganadores, y no así en los perdedores.
Pero al final todo se reduce a una simple cuestión de compensación: ante la duda, dales motivos para que estén más motivados que los empleados de Stratton Oakmont, el negocio del famoso Lobo de Wall Street. Si Jordan Berlfort tenía alguna varita mágica esa era la de mantener a su plantilla perfectamente motivada.
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