Para llevar a cabo una entrevista y tener éxito en ella, siempre que encajes en el perfil que está buscando la organización, es necesario que la prepares muy bien y que tengas claro cómo te vas a posicionar en ella, adecuando tus respuestas a las preguntas que realice el entrevistador. Cuanta más información tengas de la posición y de la empresa, si es que la conoces, mejor podrás enfocar tus respuestas. Cuanto mejor conozcas la empresa, mejor podrás adaptar tu discurso, presentar tu valor añadido y convencer por qué te tienen que contratar a ti. Si no conoces para qué empresa es la posición, ni las necesidades del puesto, cuenta quién eres como profesional y enfoca tus respuestas a aquella experiencia que hayas desarrollado y en la que consideres que te posicionas mejor.
Ir bien preparado y no improvisar te ayudará a presentarte efectiva y positivamente y a contar tu experiencia de forma lógica, trabajada y con sentido.
Debes conocerte y saber quién eres como profesional y qué te hace diferente, para saber qué puedes aportar en un nuevo proyecto y en una empresa. Piénsalo y llévalo bien trabajado.
La entrevista puede comenzar por cuéntame, o háblame de ti. Para esta pregunta, podemos utilizar nuestro perfil profesional. El perfil profesional es un resumen de quién eres como trabajador. Consta de cuatro aspectos: objetivo profesional, entornos de experiencia, habilidades técnicas y competencias. El objetivo profesional es tu profesión (CEO, CFO, CMO…) el entorno de experiencia es una definición del tipo de compañías en las que te has desarrollado (sector, tamaño de compañía…). Las habilidades técnicas, son aquellas funciones y responsabilidades que realizas bien y que disfrutas llevando a cabo (desarrollar la estrategia e impulsar los objetivos de negocio…) Y por último las competencias personales, que son aquellas competencias que tienes desarrolladas y que te ayudan a desempeñar con éxito una determinada posición (liderazgo, visión, análisis de datos…)
Prepárate bien el motivo de cambio de trabajo o el mensaje de salida. ¿Por qué estás buscando una nueva posición? Se claro, concreto y conciso. Que este mensaje también te venda. Habla siempre en positivo y sin mentir.
Piensa bien sobre los casos de éxito, tus logros conseguidos en tu carrera profesional. Busca ejemplos concretos y estructúralos bien. Cuéntalos siempre de la misma manera. Puedes utilizar la técnica del SOAR, (Situación, Obstáculos, Acciones y Resultados), como guía para desarrollar historias que demuestren tus habilidades. Te ayudará a organizar la información en la entrevista. Pon en contexto lo que vas a contar para hacerte entender y describe la situación. Habla de aquellos impedimentos a los que te enfrentaste y que estaban presentes en el reto a conseguir y que debías salvar. Cuenta las acciones que llevaste a cabo, enuméralas y describe los resultados que obtuviste y los beneficios para tu empresa y que hacen que el resultado fuera un éxito. Cuantifica el resultado, cuanto más concreto seas, mejor. Con cada logro, analizamos las habilidades y características personales que tenemos desarrolladas.
Debes saberte muy bien tu currículum. Otra de las preguntas que te pueden realizar es que expliques tu experiencia profesional. Para esta pregunta, también debes resumir y ser concreto. Tienes que sintetizar y contar lo importante y lo que consideras que va a despertar el interés de tu entrevistador. Comienza contando tu primera experiencia profesional y termina en tu última posición. En cada una de tus experiencias profesionales, indica lo que aprendiste en ella o lo que aportaste en la posición o cuenta un logro o situación de éxito. Detente en mayor medida en aquella información que pueda ser más relevante para la posición a la que estás optando. No se trata de contar toda tu experiencia profesional, se trata de contar aquello que mejor te vende para el proyecto en el que te estás presentando.
Analiza y piensa bien en tus puntos fuertes, aquello que mejor te va a vender, enfocado siempre a la posición. Elige aquellas competencias de tu perfil que tienes más desarrolladas y con las que consigues ser un excelente profesional. También debes tener claros tus puntos débiles o tus áreas de mejora. Piensa cómo eres como persona, y qué debes mejorar. Cuenta qué recursos pones en marcha para minimizar su impacto. Si conocemos qué tenemos que mejorar, podemos actuar sobre ello. Si no lo sabemos, se agudizará y las posibles consecuencias serán más negativas.
Hábleme de algún error o fracaso cometido. Todos cometemos errores, y de los errores se aprende. Busca ejemplos concretos en los que te hayas equivocado y finaliza tu historia contando qué aprendiste o cómo lo solucionaste. Finaliza tu historia siempre en positivo.
También debes llevar preparada cualquier pregunta que te hagan sobre tu salario. Investiga primero si tu remuneración está en mercado, o si está por encima o por debajo. ¿Por cuánto salario estarías dispuesto a incorporarte en un nuevo proyecto? ¿y en este proyecto en concreto? Conoce también tu mínimo para cada proyecto en el que te estés posicionando. Intenta conseguir la información antes de revelarla tú, intenta obtener la banda salarial de la posición, cuando te pregunten por tus expectativas salariales. Si te dan información, valora si es de tu interés. Si no te facilitan la información, habla de tu último salario si estás dentro de la retribución de mercado y si no es así, habla de una banda salarial por la que estarías dispuesto a incorporarte en una nueva posición. Debes conocer toda tu retribución, fijo, variable, bonus, stock options, beneficios sociales… Éstos últimos, cuantifícalos, porque las fórmulas de las compañías siempre son distintas. Recuerda que estás demostrando lo que vales desde tu primera llamada telefónica, sin embargo ten en cuenta que la negociación salarial se lleva a cabo cuando tú eres el candidato seleccionado, y nunca antes.
Piensa también en tu estilo de liderazgo y en la gestión de equipos. Cómo describirías tu estilo de gestión, cómo motivas a tus colaboradores y cómo reaccionas ante errores cometidos por tu equipo. Busca ejemplos concretos en los que demuestres cómo eres como líder y cómo te posicionas con tu equipo.
Lleva preparadas preguntas sobre la vacante, que demuestren interés por el proyecto y que sea información que necesitas conocer con el fin de saber si te interesa la posición. Pueden ser preguntas relacionadas con la responsabilidad del puesto, con los recursos puestos a disposición, con la cultura de la compañía, con la necesidad concreta para la posición, con el motivo de la vacante… Plantéalas teniendo en cuenta el momento de la entrevista y del proceso de selección. No siempre es oportuno realizar determinadas preguntas, sobre todo si requieren respuestas confidenciales.
Recuerda que cuanto más preparado vayas, mejor reaccionarás a diferentes situaciones que se te puedan presentar. No todas las entrevistas son iguales, ni los entrevistadores realizan las mismas preguntas. Siempre te pueden sorprender. Se tú mismo, no mientas. Habla en positivo y utiliza la empatía.
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