Con la llegada del Día de la Madre, se reabre el debate sobre cómo las responsabilidades familiares, tanto de maternidad como de paternidad, siguen influyendo de forma directa en la conciliación entre la vida personal y profesional, así como en el bienestar general de quienes trabajan. Aunque en los últimos años se ha avanzado en la visibilización de este tema, el mercado laboral español aún presenta importantes desafíos para lograr una conciliación real y efectiva.
Ser padre o madre hoy en día supone no solo una implicación emocional profunda, sino también un desafío logístico constante. La necesidad de compaginar jornadas laborales exigentes con la atención diaria a los hijos se traduce, en muchos casos, en niveles elevados de estrés. Los imprevistos familiares, difíciles de prever o gestionar, impactan tanto en el rendimiento laboral como en la salud mental. De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 37,8 % de las personas con hijos ha tenido que modificar su jornada laboral o reducir sus horas de trabajo para poder conciliar. En el caso de las mujeres, esta cifra es aún mayor. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que entre el 11 % y el 27 % de los problemas de salud mental en España están directamente relacionados con las condiciones laborales, un dato que se agrava cuando se suma la carga familiar.
A pesar de los avances normativos, la conciliación sigue siendo una asignatura pendiente. Así lo confirma la última encuesta de InfoJobs sobre conciliación, realizada a personas trabajadoras y empresas. Según sus resultados, el 35 % de los profesionales que han accedido a medidas de conciliación ha sufrido consecuencias negativas. Es decir, más de uno de cada tres trabajadores encuestados. Además, un 10 % admite no solicitar estas medidas por miedo a represalias.
Entre los efectos negativos más señalados, el aumento del estrés o la ansiedad encabeza la lista, afectando al 19 % de los encuestados (22 % en mujeres y 15 % en hombres). Le siguen los comentarios negativos por parte de superiores o compañeros (11 %), la renuncia a oportunidades laborales (9 %), la falta de acceso a formación o desarrollo profesional (9 %), y la sensación de exclusión dentro del equipo de trabajo (8 %).
Con estos datos, no sorprende que la percepción sobre la facilidad para conciliar vaya en descenso. Solo el 22 % de los profesionales considera que es fácil encontrar un equilibrio entre la vida personal y laboral, una cifra que ha bajado significativamente: del 35 % en 2023 al 29 % en 2024, cayendo 7 puntos en solo un año. Paralelamente, aumenta la percepción de dificultad: el 23 % opina ahora que es muy difícil, frente al 20 % del año anterior, y esta cifra alcanza el 30 % entre las personas de 35 a 44 años.
En cuanto a las medidas más valoradas para mejorar la conciliación, la flexibilidad horaria lidera con claridad, con un 54 % de respuestas. Le siguen la jornada intensiva, que muestra una tendencia al alza (del 32 % en 2023 al 38 % en 2025), y el teletrabajo, que se mantiene estable en el 37 %, aunque con una leve caída de un punto porcentual.
Otras medidas, sin embargo, experimentan un descenso en su valoración. Destaca especialmente la disponibilidad de zonas de guardería o lactancia dentro de las empresas, que ha pasado del 14 % en 2024 al 9 % este año. Esta necesidad es más demandada por las mujeres (11 %) que por los hombres (6 %).