La agenda España 2025 plantea el reto de alcanzar esa fecha habiendo incrementado en 20.000 el número de especialistas TIC en las áreas más demandadas por las empresas, como la IA, la ciberseguridad y el análisis de datos. Sin embargo, el informe “Empleo tecnológico. Navegando los indicadores en España y la Unión Europea. 2021” pone de relieve que no hay suficientes profesionales cualificados para cubrir las demandas del mercado laboral, factor que está provocando una crisis de talento.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, que se conmemora cada 23 de junio, bMaker, un proyecto educativo que busca preparar a los niños y niñas para el futuro fomentando el pensamiento computacional, reivindica la necesidad de acabar con los estereotipos que todavía rodean a profesiones como la ingeniería (un sector masculinizado) como paso imprescindible para preparar a toda una generación de jóvenes que puedan dar respuesta a las necesidades del futuro.
Y es que, según un estudio reciente de la Universidad de Houston y la Universidad de Washington, los estereotipos que rodean a las carreras STEAM comienzan a desarrollarse a los 6 años. “Hay tres factores que mantienen alejadas a las niñas de las vocaciones STEAM: el educativo (los mensajes que reciben en casa y en el colegio), los estereotipos de género y la falta de referentes femeninos en las profesiones científico-técnicas. Desde BQ Educación y Macmillan Education creemos que la educación es clave para cambiar esta dinámica” explica Lucía Alba, responsable de bMaker School en BQ Educación.
Estigma social, asignatura pendiente
Según Eurostat, en 2021 España se posiciona como uno de los países de la Unión Europea con mayor paridad de género entre los profesionales de los ámbitos de la ciencia y la ingeniería, contando con un 49,3% de presencia femenina.
A pesar de que los avances dentro de las carreras científicas son notorios, la presencia de las mujeres en las carreras técnicas sigue siendo limitada: en España las mujeres representan solo el 10% de los matriculados en Formación Profesional de grado superior de informática, el 13% cuando hablamos del grado universitario (que en los años 80 alcanzaba el 30%) y el 25% en las carreras de ingeniería.
En el futuro, los empleos con alta cualificación crecerán en un 25% y la paridad en el ámbito científico-técnico será determinante para garantizar el correcto funcionamiento del mercado laboral, lo que pone de relieve la necesidad de trabajar ya en los estereotipos de género en la tecnología.
“En bMaker nos centramos en tres ámbitos de actuación: visibilizar la contribución histórica de la mujer a la ciencia y la tecnología (clave para cambiar la percepción de que la tecnología siempre ha sido y será “cosa de chicos”), fomentar el interés por el STEAM y las TIC acercando la tecnología de forma motivadora y, por último, apoyar activamente iniciativas que promuevan la presencia de la mujer en el sector como, por ejemplo, la Alianza STEAM por el talento femenino del Ministerio de Educación y Formación Profesional, de la que formamos parte” añade Lucía.
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