GoodHabitz, plataforma líder en online learning, ha lanzado una guía de buenas prácticas para implementar el lenguaje inclusivo en las compañías y crear una cultura basada en la igualdad de género.
Uno de los fundamentos de la igualdad de género es el lenguaje inclusivo. Utilizar palabras y las fórmulas gramaticales inclusivas puede ayudar a generar una cultura de trabajo basada en la igualdad y fomentar el bienestar de los empleados, cada vez más diversos y más exigentes en este sentido.
Algunas de las recomendaciones que incluye la guía son el uso de perífrasis y/o abstractos (ej. Es la responsabilidad de la dirección formar a su plantilla), usos de formas no personales de los verbos (ej. Recurriendo a herramientas como la asertividad, se podrá conseguir una gestión de equipos adecuada), de formas personales (ej. Puedes colaborar en la elaboración del Plan Estratégico), o el uso del “se” (ej. Para iniciar el proceso de selección, se enviará una solicitud) y de pronombres relativos sin género (ej. Las subvenciones se concederán a quien presente la documentación). Asimismo, recomienda el uso de cargos en femenino (ej. Laura Fernández, jefa de departamento) y la omisión de determinantes o uso sin género (ej. Cada miembro de la plantilla), así como el uso de aposiciones explicativas (ej. Todos los trabajadores, tanto mujeres como hombres, pueden postularse). La guía recomienda el uso de recursos tales como el desdoblamiento (ej. trabajadoras y trabajadores) de forma excepcional, por una cuestión de economía del lenguaje.
Lenguaje inclusivo como ventaja competitiva
El uso del lenguaje inclusivo puede ser determinante a la hora de captar talento. Y es que, en la medida que los candidatos de la generación Z empiezan a incorporarse al mercado laboral, implementar una cultura igualitaria puede ser un factor determinante para la competitividad de la empresa.
Diversos estudios han elaborado el perfil de la generación Z, comprendida a los nacidos entre 1995 y 2010, y han enumerado una serie de rasgos en común. Según un estudio de Deloitte, los zeta son nativos digitales y muestran un gran compromiso con el medioambiente y con la cultura inclusiva y basada en la diversidad. En esta misma línea, otro estudio elaborado por Tallo, reveló que uno de cada tres aspirantes a un puesto de trabajo lo rechazó por temer un trato injusto en relación a su género, independientemente de los demás beneficios asociados al puesto.
“El lenguaje inclusivo está en la base del compromiso de igualdad de género en las compañías. El sello de identidad de GoodHabitz siempre ha sido la adaptación a los cambios que experimenta el entorno y consideramos que esta guía de buenas prácticas puede ayudar a las empresas a adoptar un lenguaje más inclusivo que ayudará a la igualdad y también a la captación de nuevo talento, cada vez más comprometido con estas luchas”, ha dicho Raúl Redondo, country manager de GoodHabitz en España.
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