La pandemia ha ampliado las brechas de género en España, incrementando hasta 2058 el período que se necesitaría para alcanzar la paridad plena entre mujeres y hombres. Esta cifra supone una evolución negativa en su comparativa con los datos de hace un año que indicaban que las brechas de género en España se cerrarían en el 2055.
Entendiendo el 100% como la paridad plena, el II Índice ClosinGap (en función de datos registrados en 2021) se sitúa en el 63,3%, frente al 64,1% que marcaba el año pasado. Estos registros reflejan que la brecha de género ha aumentado en nuestro país y que aún queda un 36,7% por cerrar (desde el 35,9% anterior). En clave económica, el coste de oportunidad de las brechas de género en España se ubica en 213.299 millones de euros, el equivalente a un 19% del PIB de 2020.
Estas son algunas de las principales conclusiones que se extraen de la segunda edición del Índice ClosinGap, elaborado por PwC España, e indicador de referencia en nuestro país para la medición y seguimiento de la evolución de la igualdad de género en España y de su incidencia, directa o indirecta en el PIB.
En palabras de Marieta Jiménez, presidenta de ClosinGap: “Estos nuevos datos ponen de manifiesto la necesidad urgente de implementar medidas sustentadas en el aprovechamiento del talento femenino como palanca clave de crecimiento y recuperación económica. Nuestra sociedad no está en disposición de retroceder en el camino en el que muchos, como los que formamos parte de ClosinGap, estamos trabajando para construir una sociedad próspera e igualitaria”.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha sido la encargada de cerrar la jornada felicitando a ClosinGap por su labor y destacando que la igualdad de género es una condición necesaria para el desarrollo económico y social de cualquier país.
Conciliación, la brecha que más aumenta a causa de la pandemia
El Índice ClosinGap es un indicador agregado de las mediciones de paridad en cinco grandes categorías – Empleo, Educación, Conciliación, Digitalización y Salud y Bienestar – mediante un análisis pormenorizado de un total de 28 variables clave para el desarrollo personal y profesional de una sociedad.
En el análisis pormenorizado se observa que la pandemia ha incidido de forma especialmente negativa en la Conciliación. Esta situación se refleja en un incremento mayor en las tasas de parcialidad en el empleo para las mujeres que para los hombres en el marco de la pandemia. Asimismo, el estudio señala que las mujeres asumen más peso en las tareas domésticas durante el confinamiento provocado por la COVID-19 que los hombres.
Estas desigualdades provocan que el indicador de paridad en el ámbito de la conciliación se ubique en el 40,8%, quedando por cerrar una brecha de 59,2%, lo que supone un retroceso de 3,2 p.p. respecto a hace un año.
“Esta categoría es un determinante clave en el desarrollo personal, social, profesional y económico de hombres y mujeres. La conciliación es uno de los aspectos que ha frenado durante muchos años (y continúa haciéndolo) la progresión profesional y económica de la mujer, además de las consiguientes implicaciones en la salud y bienestar”, afirma Anna Merino, directora del equipo de Strategy & Economics en el área de consultoría estratégica de PwC.
Estancamiento en Salud y Bienestar, Educación y Digitalización
La brecha de género en la Salud y el Bienestar es reducida, pero lleva años estancada porque las variables no mejoran en mayor medida para las mujeres respecto a los hombres, sino que lo hacen de forma muy similar. En el análisis particular de esta categoría se observa una leve caída de 0,1 p.p. que lleva al indicador al 84,4%, por lo que aún queda un 15,6% de brecha de género por cerrar.
La pandemia ha provocado que el riesgo de pobreza o exclusión haya crecido ligeramente más para las mujeres que para los hombres, agravando una circunstancia ya existente con anterioridad. La situación sanitaria a la que se enfrenta el conjunto de la sociedad española ha contribuido a poner de manifiesto la existencia de esta brecha y su relevancia a la hora de afrontar una situación de extrema urgencia como esta pandemia.
En el terreno de la Educación se observa un estancamiento en la evolución de la igualdad en España, con indicador de paridad sin cambios respecto a hace un año (67,9%). Aunque se ha mantenido en el mismo nivel, y la ratio de mujeres con educación terciaria o universitaria sigue siendo superior a la de los hombres, la variable que es clave en esta desigualdad es el bajo acceso de las mujeres a carreras STEM, que acaban derivando en empleos en industrias con alto valor añadido.
La paridad en el ámbito de la Digitalización ha aumentado en 0,1 p.p. hasta alcanzar el 71,4% gracias a un ligero repunte de mujeres especialistas en TIC respecto a los hombres. No obstante, esta ratio continúa siendo muy baja atendiendo a estadísticas como que por cada mujer especialista en TIC hay cuatro hombres. La brecha de género en Digitalización se sitúa en 28,6%.
Avanza la paridad en el Empleo
Contrastando con el resto de las categorías, el indicador de paridad en Empleo ha aumentado 1,1 p.p. respecto el año pasado, evolucionando del 65% al 66,1% y reduciendo la brecha por cerrar al 36,9%. Esta mejora se debe al incremento en la participación de la mujer en el mercado laboral, un menor empleo precario, una mejoría en el salario por hora y una caída de la brecha en las pensiones que afectan al conjunto de las mujeres.
¿Cuánto le cuesta a España la brecha de género?
El informe también analiza el coste de oportunidad que supone para la economía esta falta de igualdad, cuantificando el impacto económico de las brechas de género y su incidencia, directa o indirecta en el PIB a través del mercado laboral. En este sentido, si se pusiera fin a las brechas de género en el mercado laboral, en las horas trabajadas y en la distribución del empleo sectorial, el PIB español podría aumentar en 213.299 millones de euros, el equivalente a un 19% del PIB de 2020, lo que supone un 0,5 p.p. más respecto a los resultados de la edición anterior.
Asimismo, este incremento potencial vendría impulsado por la creación de 2,8 millones de empleos femeninos equivalentes a tiempo completo. Otra de las conclusiones del estudio señala que la reducida participación de las mujeres en el mercado laboral, el inferior número de horas trabajadas por cuestiones de parcialidad y su sobrerrepresentación en sectores económicos poco productivos provoca que las mujeres solamente contribuyan a un 41,4% del PIB, a pesar de representar el 51,4% de la población en edad de trabajar.
En el apartado productivo, históricamente, las mujeres han estado sobrerrepresentadas en sectores económicos menos productivos. Sin embargo, como actualización respecto al año anterior, los sectores donde las mujeres están más presentes (educación, sanidad, etc.) han aumentado su productividad, haciendo que las mujeres se encuentren en el mismo nivel medio de productividad que los hombres.
En relación al impacto económico que supone para la economía las diferentes brechas de género de la economía española, Manuel Martín Espada, socio responsable de Mercados de PwC España señala que “Las principales conclusiones que se extraen de este análisis no pueden ser más contundentes: el índice de paridad de género ha empeorado respecto al año pasado por efecto de la pandemia. Atendiendo al impacto social y económico que supone esta circunstancia para nuestra economía, es imprescindible el impulso de iniciativas para revertir esta situación desde el ámbito público y privado”.
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