El próximo viernes, 3 de diciembre, se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, un marco perfecto para reforzar las acciones dirigidas a lograr su plena inclusión. En este escenario, la Fundación Adecco desarrolla la Semana de la Discapacidad 2021 con la colaboración de 265 entidades. “Cada año más empresas se suman a participar en nuestras actividades, al entender que la construcción de una sociedad plenamente inclusiva empieza en su propia organización. De hecho, durante esta semana se están implicando de forma muy intensa en un proyecto especial de voluntariado, para formar a nuestros beneficiarios con discapacidad en competencias técnicas o estrategias de búsqueda de empleo. Al participar en estas acciones tienen la oportunidad de hacer frente a prejuicios y estereotipos que les impedían pasar a la acción, fruto del desconocimiento o la falta de convivencia y/o interacción con el ámbito de la discapacidad. En definitiva, nuestras empresas colaboradoras son conscientes de que el cambio global se moviliza a través de decisiones individuales y su compromiso es, en esta línea, cada vez más íntegro y certero”, afirma Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.
La falta de cercanía refuerza el estigma
Según el reciente informe Discapacidad y relaciones sociales de la Fundación Adecco, que encuestó a 800 personas en abril de 2019, a pesar de que existen casi 4 millones de personas con discapacidad en España – el 9% de la población-, se trata de una realidad que resulta desconocida para gran parte de la población. Para empezar, no está presente en la vida diaria de la mayoría de los ciudadanos: el 88% de los encuestados manifiesta no tener ningún familiar, amigo o allegado con discapacidad. En la misma línea, un 75% nunca ha tenido un compañero de trabajo con discapacidad.
Esta lejanía ocasiona ciertos prejuicios y estereotipos a la hora de tratar con personas con discapacidad. En concreto, un 43% de los encuestados admite sentir cierta incomodidad al relacionarse con personas con discapacidad, por temor a decir o hacer algo que pueda importunar, y un 58% siente reparo a preguntar a una persona con discapacidad si necesita ayuda, por miedo a ofenderla.
Junto a estos sentimientos, aparecen otros estigmas y creencias estereotipadas que tienen su origen en actitudes como la sobreprotección o el desconocimiento. No en vano, más de 6 de cada 10 encuestados (63%) “no puede evitar” tratar a las personas con discapacidad como si fueran niños (infantilización) y un 56% reconoce sentir compasión hacia algunas personas con discapacidad. Este desconocimiento también deriva en otras actitudes como la heroización de las personas con discapacidad: un 56% siente admiración por las personas con discapacidad, considerándolas “héroes”.
Los estereotipos sociales se trasladan al ámbito laboral y un 56% de los encuestados cree que las personas con discapacidad trabajan, únicamente, porque existe una ley que ampara su contratación.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “La sociedad no rechaza la discapacidad, sino que la falta de cercanía y el desconocimiento tienden a reforzar el estigma, desnaturalizando las relaciones sociales y perpetuando obsoletos estereotipos. En pleno siglo XXI, y en el globalizado e interconectado mundo pospandemia, hemos de trabajar para que la discapacidad sea una realidad conocida, a la que todas las personas sean sensibles”.
Desconocimiento, indiferencia, prejuicios y sobreprotección
La Fundación Adecco ha identificado los cuatro factores clave que dificultan la normalización de la discapacidad en la sociedad:
- Desconocimiento. La ausencia de experiencias y vivencias con personas con discapacidad ocasionan inseguridad y actitudes de rechazo inconscientes.
- Indiferencia. La actitud de pasividad con la que, en ocasiones, la sociedad se muestra hacia discapacidad, les convierte en invisibles. En efecto, en muchos casos el entorno sigue mostrando desinterés hacia sus retos, dificultades y necesidades.
- Prejuicios. La valoración y juicios anticipados basados en la tradición y en los estereotipos generan opiniones preconcebidas y negativas hacia las personas con discapacidad,
- Sobreprotección. Es un factor que se produce, sobre todo, en el entorno familiar, pero también en el laboral. Tratar a las personas con discapacidad con condescendencia o excesiva protección dificulta su proceso de aprendizaje y desarrollo profesional,
- Discriminación. Se trata de la actitud más grave, derivada de todas las anteriores, y se materializa en un trato diferente, perjudicial y/o vejatorio hacia las personas por razón de discapacidad. Durante 2020 y, según cifras del Ministerio del Interior, las personas con discapacidad reportaron a las autoridades un 69,2% más de infracciones penales basadas en el desprecio y la discriminación que el año anterior.
Contra los prejuicios: sensibilización y empoderamiento
La edición 2021 de la Semana de la Discapacidad se celebra en un contexto de recuperación económica, en el que la sociedad y las empresas atraviesan un momento de inflexión idóneo para proponerse nuevas metas y asumir los retos marcados por la Agenda 2030, siendo algunos de los más acuciantes la reducción de las desigualdades o el trabajo decente. Cabe señalar que la Covid-19 supuso un duro golpe para el empleo de las personas con discapacidad, desplomándose su contratación un 26% el pasado ejercicio. Superados los peores momentos de esta crisis, la contratación se ha recuperado de forma considerable en lo que llevamos de año —un 32% respecto a las cifras de 2020—, pero continúa siendo un 6% inferior a la registrada en tiempos prepandemia, situándose en niveles similares a los del año 2017.
En este contexto no solo resulta importante recuperar las cifras de antes de la pandemia, sino avanzar hacia un nuevo escenario en el que las personas con discapacidad puedan participar verdaderamente en igualdad de condiciones en todas las esferas sociales, superando los frenos que siguen dificultando su inclusión (desconocimiento, indiferencia, prejuicios, sobreprotección y discriminación). Para ello, la Semana de la Discapacidad 2021 se propone impactar de forma integral en el reto de la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad, desde una doble vertiente; por un lado, empoderándolas con recursos y herramientas para incrementar su empleabilidad y, por otro, lanzando un mensaje de sensibilización que contribuya a erradicar obsoletos estereotipos que siguen frenando su participación en todos los ámbitos.
Para ello, se celebrarán durante esta semana casi un centenar talleres formativos en toda España, que reunirán a cientos de personas con discapacidad, con el objetivo de incrementar su empleabilidad. En estas sesiones, los participantes tendrán la oportunidad de desarrollar competencias estratégicas para afrontar su búsqueda de empleo. Cómo preparar un currículum exitoso, afrontar una entrevista de trabajo digital o construir su marca personal, serán algunas de las claves de los talleres.
Además, durante estos días, las personas con discapacidad encontrarán en las redes sociales de la Fundación Adecco nuevos consejos y pautas clave para poner en práctica en su búsqueda de empleo. Protagonizado por la influencer de Recursos Humanos Eva Porto, un nuevo reels ofrecerá algunos tips para que las personas con discapacidad dejen de sentirse inseguras en su búsqueda de empleo. Asimismo, la influencer participará en un directo con la Fundación Adecco, en el que se abordarán aspectos clave para que las personas con discapacidad puedan trabajar su actitud y multiplicar sus posibilidades de empleo.
Paralelamente a esta labor de empoderamiento, se están celebrando talleres de diálogo y sensibilización en empresas, para generar entornos proclives a la inclusión. En este sentido se ha trabajado, también, en el material de sensibilización Salva a un incrédulo, para generar conciencia social sobre las barreras que las personas con discapacidad aún tienen que superar. El objetivo es lograr que la recién estrenada nueva normalidad se construya libre de prejuicios y estereotipos.
Salva a un incrédulo: el camino hacia la normalización
Bajo el claim “Salva a un incrédulo”, la logopeda con parálisis cerebral, Inés Rodríguez y la actriz con síndrome de Down, Ana Mencía (conocida por su participación en Señoras del (h)AMPA), protagonizan sendas piezas audiovisuales que reflejan, con cierto tono de humor, cómo los prejuicios siguen generando actitudes de sobreprotección y/o discriminación que resultan obsoletas y que dificultan el proceso de inclusión. Los videos muestran situaciones cotidianas en las que dichos prejuicios quedan sepultados por la actitud, el talento y los valores de las personas con discapacidad. Con ello, se da visibilidad a las realidades de discriminación y exclusión a las que se enfrentan, instando a cambiar la percepción social y a poner el acento en sus competencias.
Según Francisco Mesonero: “El contexto social es un factor determinante para garantizar la plena inclusión de las personas con discapacidad. Sin embargo, siguen imperando estigmas que resultan muy limitantes, ya sea cuando están definiendo su vocación, en un proceso de selección, en su desarrollo profesional o en cualquier actividad de su día a día. Ahora que hemos superado el periodo más difícil de la crisis, se antoja fundamental impulsar un cambio de mentalidad definitivo para eliminar esos sesgos y prejuicios que obstaculizan la normalización y la igualdad de oportunidades”.
El vídeo y las empresas colaboradoras pueden consultarse en el enlace salvaunincredulo.org
5 claves para “salvar a los incrédulos” en el entorno empresarial
La Fundación Adecco expone algunas claves para que las empresas se conviertan en entornos abiertos e inclusivos para las personas con discapacidad, “salvando a los incrédulos” del desconocimiento, los prejuicios o la indiferencia y avanzando hacia la plena normalización:
- Compromiso del Comité de Dirección. El compromiso del Comité de Dirección constituye el motor de arranque para la implementación de una estrategia global que aplique a todos los departamentos. Sin la plena convicción y el decidido apoyo por parte del más alto nivel de la compañía pueden desarrollarse acciones puntuales y dispersas, pero nunca se alcanzará una estrategia común que cale en la epidermis de la organización. Este compromiso puede materializarse a través de acciones de comunicación interna y externa que reflejen la voluntad del más alto nivel de la compañía de generar entornos abiertos a la diversidad, en los que las personas con discapacidad puedan desarrollarse con garantías: entrevistas, comunicados, etc. Es importante mantener la coherencia entre lo que se difunde a nivel externo y lo que sucede internamente. Es decir, no sirve de nada que una empresa declare en los medios de comunicación que está plenamente sensibilizada, si en la práctica las personas con discapacidad encuentran obstáculos para desarrollar su talento. En otras palabras, el storytelling tiene que coincidir con el storydoing.
- Formación en discapacidad y trato adecuado a la plantilla, especialmente a departamentos de Recursos Humanos y a todos los trabajadores con equipo a su cargo. La discapacidad sigue siendo una realidad mayoritariamente desconocida para la sociedad, por lo que resulta fundamental acercarla a las áreas más estratégicas de la empresa, de modo que puedan superarse los prejuicios, temores y actitudes discriminatorias hacia las personas con discapacidad.
- Concienciación y sensibilización, a través de jornadas que den voz a personas con diferentes tipos de discapacidad (mental, intelectual, física, sensorial…) en aras de que los trabajadores puedan acceder a testimonios de personas que han desarrollado destacados valores, competencias y actitudes, debido a su discapacidad. En la Fundación Adecco se trabaja con la figura de embajadores como Pablo Pineda, Desirée Vila, Raquel Domínguez o Edu Carrera, todos referentes en el mundo de la discapacidad. Con su testimonio, ayudan a derribar viejos estigmas y a construir una visión renovada de la discapacidad, destacando valores y competencias que ven reforzados como el esfuerzo, la superación o la creatividad.
- Voluntariado corporativo como herramienta estratégica para conectar a los trabajadores de la empresa con la discapacidad, permitiéndoles convivir y compartir jornadas de diferente índole (deportivas, medioambientales, sociales o formativas), que generen nexos a nivel personal que cristalicen en una mayor empatía y cercanía en el ámbito empresarial.
- Búsqueda de partners referentes en la promoción del empleo de las personas con discapacidad. Colaborar con iniciativas, programas de empleo o campañas de sensibilización de entidades referentes y especializadas, constituye una vía clave para cambiar la percepción social y contribuir a la plena inclusión de las personas con discapacidad.
- Apuesta por la Accesibilidad universal. Eliminación de barreras físicas pero también cognitivas. Adaptación de textos y materiales corporativos a lectura fácil (manual de onboarding, misión, visión y valores de la página web). Adaptación de puestos de trabajo a las necesidades de las personas con cualquier tipo de discapacidad, para que puedan desempeñar su puesto de trabajo de forma óptima y en igualdad de condiciones.
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