A pesar de que cada vez son más las compañías que incluyen la igualdad de género en su estrategia de negocio, y que la conciliación es entendida por las empresas como un modo de proporcionar mayor bienestar y equilibrio a los empleados o como una fórmula para mejorar la productividad, el perfil de la mujer todavía encuentra obstáculos en sus carreras hacia la alta dirección. No solamente por acceder al puesto, sino por poder mantenerlo a largo plazo debido a las cargas tanto personales como profesionales con las que lidiar a diario.
Además, el efecto de la pandemia ha provocado un estancamiento en el avance de los planes de igualdad de género en la empresa española, obligada a la implementación de medidas de urgencia centradas en la supervivencia operativa y dejando en un segundo plano los esfuerzos en materia de diversidad. En concreto, 3 de cada 10 empresas (26%) reconocen no haber emprendido ninguna medida para mejorar el equilibrio de género en sus respectivas plantillas directiva, una cifra que supone un aumento de 15 puntos en relación con el año anterior, según el informe ‘Women In Business’ realizado por Grant Thornton.
Sin embargo, destacan empresas que desde hace años han establecido como uno de sus ejes centrales conseguir esa conciliación. Es el ejemplo de Quinton, laboratorio biotecnológico dedicado a la fabricación de especialidades naturales a base de agua de mar microfiltrada en frío. Quinton basa su modelo de negocio en ofrecer bienestar a través de sus especialidades naturales, bajo este paraguas se encuentra su modelo de gestión de personas. Su fundador, Joan Miquel Coll, sembró la primera semilla, apostando por conciliar e implantando la jornada intensiva en el año 1996. Ésta semilla ha dado como resultado que la segunda generación familiar siga apostando por el cuidado del equipo, a través de su proyecto Laboratorio del Bienestar, que recoge más de 80 medidas basadas en tres ejes: la conciliación, el deporte y el bienestar.
Cecilia Coll, responsable de Personas con Valores y promotora de este proyecto, es directiva con más de 25 años de experiencia en la gestión de personas y ha podido compaginar su faceta de directiva con el cuidado de sus tres hijos. “Durante esta etapa, ha habido momentos más complejos, donde la conciliación ha sido clave, siempre sin descuidar los proyectos en los que colaboraba, cumpliendo con las tareas asignadas bajo el prisma de la innovación y mejora continua”, señala. 25 años conciliando y siendo directiva en Quinton han permitido que Cecilia se involucrara en la educación, formación y cultura de sus hijos, sin dejar de lado su apuesta por crecer en la organización participando en decisiones que han logrado una empresa sólida con un crecimiento lineal y un equipo de trabajo comprometido y feliz.
Entre las diferentes medidas, destacan:
- La definición del puesto según el organigrama vinculado al Convenio colectivo, centrado en competencias y conocimientos.
- La Política retributiva transparente, inexistencia de brecha salarial en ningún puesto.
- Formación continua de largo recorrido que permite afianzar conocimientos y competencias, así como adaptarse a los cambios.
Además, Quinton concibe el apoyo de la maternidad y la paternidad como algo natural en un desarrollo profesional de largo recorrido: horarios adaptados pre y post nacimientos, puestos adaptados, y todas las medidas vinculadas a hij@s. Siendo importante, dejar atrás el mal concepto de “hijos = madre”.
Durante esta etapa de 25 años, Cecilia comenzó gestionando para el cuidado de sus hijos y en los últimos años lo ha hecho para el cuidado de sus padres, siempre sin renunciar a su proyecto profesional. Como mujer directiva ha empatizado con el proyecto, llevando la conciliación a todo el equipo y renovando de forma continua el modelo de personas a través de la escucha activa. “El resultado es claro: es posible ser hija, madre de familia numerosa y directiva de una empresa presente en más de 25 países. La productividad aumenta año tras año, no existe ausentismo ni rotación, tenemos un alto nivel de atracción de talento y un índice de felicidad de todo el equipo del 95%”, concluye.
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