Después de más de siete semanas de confinamiento, el teletrabajo se consolida como la opción más viable para articular la vuelta a la plena actividad en las empresas. La necesidad de mantener la distancia social, así como de flexibilizar horarios de entrada y salida para evitar las aglomeraciones del pasado en el transporte público, hacen que el teletrabajo gane fuerza, favorecido, además, por los resultados del gran ensayo general que ha supuesto el periodo de confinamiento. El estudio realizado por 3 Monkeys Zeno, por encargo de LinkedIn, entre más de 2.000 españoles que, a raíz del confinamiento, trabajan desde casa, revela el teletrabajo como la única alternativa para conciliar vida personal y familiar y como una fórmula rentable para la productividad de las empresas.
De acuerdo con el informe de la red social profesional más grande del mundo, más de la mitad de los españoles (53%) manifiesta abiertamente haber tenido más tiempo de calidad para disfrutar de sus hijos y familia en este periodo. Además, ha favorecido entornos de trabajo más productivos, tal y como señalan el 23% de los encuestados, salvando así la principal barrera de esta opción en España. De hecho, casi el 30% afirma que se siente más productivo y creativo sin las interrupciones típicas del trabajo en la oficina.
A pesar de que el trabajo desde casa se ha consolidado como alternativa y realidad de facto, es necesario afrontar una serie de retos que plantea esta modalidad en la salud mental de los profesionales españoles. En este sentido, el 62% de los encuestados por LinkedIn manifiesta sentir más ansiedad y estrés cuando trabajan desde casa.
“El escenario laboral ha cambiado y hemos pasado de un porcentaje de teletrabajo activo y reconocido en España del 8% al 90% en unas siete semanas, por lo que es lógico que los trabajadores sientan cierta ansiedad, pues se enfrentan a un escenario desconocido”, afirma Ángel Sáenz de Cenzano, Head of Spain and Portugal, LinkedIn Talent Solutions. En este sentido, Sáenz de Cenzano, señala que “es necesario asumir un proceso adaptativo para ‘digerir’ la nueva realidad y para crear nuevos patrones y hábitos de trabajo”.
La sensación de soledad ante la ausencia de contacto con compañeros, como señala el 39% de los encuestados, y la ‘auto’ presión que se imponen los propios trabajadores para responder emails o llamadas más rápido de lo que lo harían en la oficina, como afirma el 21%, y para alargar voluntariamente su jornada laboral, como manifiesta el 18%, son los principales retos que se han evidenciado con el teletrabajo durante el Estado de Alarma en España. Para superarlo, es clave que, en el traspaso de la oficina al hogar, el empleado se deshaga de la cultura del presencialismo -prueba de ello, es que el 21% ha enviado correos electrónicos a primera hora de la mañana o por la noche para “parecer” ocupado cuando trabaja desde casa- y asuma ciertos hábitos saludables como fijar una jornada de trabajo para evitar invertir continuamente más horas de lo habitual o fijar descansos.
“Si conseguimos vencer estos desafíos, que representan un problema para el bienestar y la salud mental que, según el informe, sufre el 20% de los encuestados, los profesionales disfrutarán plenamente de una forma de trabajo que ha acelerado exponencialmente y sin duda va a afianzarse en un gran números de industrias”, puntualiza el Head of Spain and Portugal, LinkedIn Talent Solutions.
El teletrabajo se impone en la era post COVID-19. El hecho de que las compañías hayan estado operativas a pesar de la coyuntura perfila un entorno de trabajo a distancia, en el que el uso de las tecnologías de la comunicación cobra cada vez más protagonismo. Tanto es así que un 36% de los encuestados puntualiza que éstas se utilizarán más incluso cuando se retorne a la oficina presencial.
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