El teletrabajo se ha convertido en la medida estrella para combatir la propagación del coronavirus. Pymes y grandes compañías como Telefónica, Santander o BBVA han establecido esta medida de seguridad que hasta el momento sólo afectaba al 8% de los trabajadores españoles. En los casos laborales en los que sea imprescindible que el empleado acuda al lugar de trabajo el escenario se presentará con puertas abiertas para evitar la trasmisión a través de las manivelas, los empleados tendrán a su disposición geles asépticos en vías de acceso y mantendrán una distancia de seguridad con el compañero de al menos dos metros de longitud. Los sectores más perjudicados porque su naturaleza no posibilita el teletrabajo son la agricultura, hostelería y el transporte entre otros.
Aunque el teletrabajo se ha ido extendiendo en mayor o menos medida en diferentes países, es una posibilidad laboral que resulta muy atractiva para empresas y trabajadores a nivel personal y económico. Según un estudio realizado por el portal de empleo Jobatus y de acuerdo a las miles ofertas publicadas de teletrabajo, entre sus muchas ventajas destacan la autonomía, que permite que los trabajadores distribuyan su jornada laboral a su conveniencia, la conciliación entre la vida familiar y laboral y el ahorro de tiempo y dinero porque no es necesario trasladarse al lugar de trabajo ni asumir el coste del trayecto, ya sea en transporte público o privado.
Positivo para la empresa y para el trabajador
Para la empresa también supondrá importantes beneficios. Podrán reducir conflictos entre los trabajadores por ser más complicado que existan relaciones personales entre empleados. Otra ventaja es la reducción de gastos en infraestructura debido a los costes derivados del alquiler, mobiliario, limpieza, seguridad, consumo de agua o electricidad y mantenimiento. En este sentido las pymes con menos de 20 trabajadores donde se deben respetar unos metros cuadrados por trabajador más disponer de ciertas comodidades y espacios disponibles, podrían experimentar un ahorro de 48 mil euros anuales. Esta muestra trasladada a grandes compañías formadas por cientos de trabajadores y en las que el tamaño de las instalaciones es mucho mayor podría suponer un ahorro anual millonario.
Entre las desventajas más notables encontramos que la falta de contacto directo con los trabajadores puede afectar a la lealtad y al compromiso con la empresa. No existe tanta comunicación y la participación entre los trabajadores disminuye.
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